Para ver más noticias escalofriantes ingrese AQUÍ
Un planteamiento genial, aunque poco popular entre los poderosos emporios del azúcar, ha dado el destacado economista Salomón Kalmanovitz frente a la polémica ley de financiamiento que pretende gravar con IVA un 80% de la canasta familiar.
La propuesta del profesor Kalmanovitz, para el presidente Iván Duque y el ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, es que se le aplique un impuesto ‘duro’ a las gaseosas y la comida chatarra, por tratarse de comida no saludable. En otras palabras, a la hora del IVA, hacer una diferenciación favoreciendo la comida saludable con impuestos más ‘suaves’.
Aunque esto tiene pocas posibilidades porque el poderoso gremio de los azucareros ha logrado frenar en diferentes ocasiones toda acción que los afecte. Sucedió en el gobierno de Juan Manuel Santos, quien no era nada amigo de ellos, más fácilmente puede ocurrir ahora que han sido permanentes aliados políticos del Gobierno actual.
Kalmanovitz sabe que una campaña en contra de la industria de las gaseosas, por ejemplo, será “amenazada por hombres mal encarados” y hasta con participación de altos funcionarios del Estado, tal como sucedió con la ONG Educar Consumidores.
Kalmanovitz sabe que este IVA fuerte sobre el azúcar daría un doble efecto: “El impuesto podría reducir el consumo un tercio y aumentar el recaudo en $1,3 billones (Popkin, Tovar, Bonilla)”, citó Kalmanovitz.
El economista destacó: “No se debe tasar por igual la comida saludable y la chatarra, como lo hace la reforma tributaria de Carrasquilla”.