Zozobra en Guapi por combates

Auténtica zozobra están viviendo pobladores de Guapi, en el Pacífico caucano, por los violentos enfrentamientos que ya duran varios días, entre la guerrilla del ELN y disidencias de las Farc, que se disputan el control territorial. Los medios nacionales apenas empiezan a registrar los hechos y el Gobierno central no se ha pronunciado. Como siempre esta zona del Cauca no parece importarle al Gobierno que parece más interesado en el conflicto entre Ucrania y Rusia que en lo que sucede en Colombia. Se trata de una zona apetecida como corredor del narcotráfico. Su posición estratégica en límites con el departamento de Nariño, compone un paso natural para el tráfico de estupefacientes, adicional a la tradicional ruta del Naya, que también surca  el departamento del Cauca. Y esta confrontación no es nueva. Empezó a recrudecerse en tiempos de cuarentena. Mientras Colombia vivía un periodo de aislamiento social, dos columnas móviles y un frente de disidencias de las Farc peleaban a muerte con la estructura José María Becerra del ELN por el control de rutas del narcotráfico. La subregión en disputa es la del cañón del Micay, que comprende áreas rurales de los municipios Argelia y El Tambo, ruta clave de salida terrestre hacia Guapi, Timbiquí y demás zonas del Pacífico caucano. Allí entró a operar el ELN en el año 2015, tras la salida de la columna Jacobo Arenas de las Farc. En el 2020 entró en escena el frente disidente Carlos Patiño, apoyado por las columnas móviles Dagoberto Ramos y Jaime Martínez, del norte del Cauca, encabezada por el temido Jhoany Noscué, alias Mayimbú, implicado en varias acciones violentas, entre ellas la masacre de la candidata a la alcaldía de Suárez, Karina a finales del 2019.  Estas disidencias se unieron con el objetivo de unificar las fuerzas de las antiguas Farc bajo un Comando Coordinador de Occidente. Lo componen tres estructuras móviles: Jaime Martínez, Dagoberto Ramos y Franco Benavides, y tres frentes: Carlos Patiño, Ismael Ruiz y Rafael Aguilera. Han tenido un avance muy importante desde entonces y tiene presencia en Caloto, Miranda, Santander de Quilichao, Toribío y Corinto con la columna Dagoberto Ramos, y del otro lado, Suárez, Buenos Aires, Timba, así como el área rural alta de Jamundí, Valle, con la Jaime Martínez. Esa guerra ahora se ha trasladado al casco urbano de Guapi, donde estas fuerzas ilegales tienen confinada a la población civil que siempre es la que más sufre las miserias de la guerra. El gobernador del Cauca, el presidente de la República, miran para otro lado, nadie dice nada, la gente está abandonada.
Desde este espacio editorial nos solidarizamos con el sufrimiento de nuestros hermanos del Pacífico y hacemos un llamado al Gobierno para que asuma su responsabilidad por la defensa del Derecho a la vida. Pedimos al Gobernador del Cauca que solicite ayuda al Gobierno de Duque si es que él no tiene ninguna posibilidad  de hacer algo por la gente de Guapi.

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