60 participantes caucanas

En un emotivo evento celebrado en la Casa de la Mujer del Cauca, se llevó a cabo la clausura del curso de confección, donde 60 mujeres lograron finalizar con éxito su formación en la confección de ropa femenina y deportiva. Este importante logro fue posible gracias a la colaboración con el SENA, un aliado fundamental que ha respaldado este proceso formativo. La ceremonia fue un momento de celebración y orgullo para las participantes, quienes mostraron sus habilidades recién adquiridas en una pasarela final.

Las mujeres, provenientes de diversos barrios de la ciudad de Popayán y otros municipios del Cauca, se convirtieron en las verdaderas protagonistas de la jornada. Luciendo con orgullo sus propias creaciones, no solo exhibieron su talento y dedicación, sino que también evidenciaron un renovado sentido de empoderamiento y confianza.

Empoderamiento

Un aspecto destacado del evento fue la participación de mujeres que forman parte de la Caja de Refugio de la Secretaría Departamental de la Mujer. Para ellas, este curso se ha convertido en una herramienta vital para reconstruir sus vidas y alejarse de situaciones de violencia intrafamiliar. Este tipo de iniciativas se posicionan como una esperanza y un camino hacia la independencia económica y emocional.

Yirleny Trujillo, coordinadora de la Casa de la Mujer, subrayó la importancia de la colaboración con el SENA. “A la fecha, hemos capacitado a 1.700 mujeres en cursos como panadería, repostería, manipulación de alimentos y confecciones. Esta es una apuesta muy interesante porque estamos ayudando a que las mujeres tengan una economía propia y dependan de sí mismas”, expresó. Su mensaje resuena con la misión de empoderar a las mujeres y fomentar su autonomía.

Ana Trochez, instructora del SENA y responsable de la formación en confección, también compartió su satisfacción por los logros alcanzados. “Hoy estamos clausurando dos grupos de mujeres. Algunas de ellas llegan con temor, nunca han tomado una aguja, pero tienen la necesidad y el deseo de salir adelante. Al finalizar el curso, se convierten en mujeres empoderadas, que han aprendido no solo a confeccionar ropa, sino a creer en sí mismas y en su capacidad para construir un futuro mejor”, afirmó. Este evento es un reflejo del impacto positivo que la formación puede tener en la vida de las mujeres y su comunidad.