El Valle del Cauca se posiciona como uno de los destinos más diversos y atractivos de Colombia, y esta Semana Santa promete ser una oportunidad única para explorar los encantos de este mágico departamento. Los municipios del Valle invitan a residentes y turistas a disfrutar de paisajes naturales, cultura, tradición, gastronomía y deportes que reflejan la esencia de la región.
Oferta
Según Julián Franco, secretario de Turismo del Valle del Cauca, el departamento cuenta con una variada oferta turística, destacando el turismo industrial y comercial. “Estamos desarrollando experiencias en torno al café y el cacao, donde visitantes pueden recorrer fincas cafeteras y productoras de cacao para conocer de cerca la producción de estos productos icónicos. Además, en El Cerrito y Ginebra, se puede explorar la viticultura local,” comentó Franco.
Rutas
Para los amantes de la aventura, el centro y norte del Valle ofrecen rutas deportivas emocionantes, mientras que Buenaventura combina belleza natural y riqueza cultural única. Este municipio también se presenta como un eje de comercio y conexión con lo mejor del Pacífico colombiano, ampliando la oferta turística para los visitantes.
Invitación
Jamundí, bajo la dirección de la alcaldesa Paola Castillo, invita a descubrir sus ríos, rutas para avistamiento de aves y disfrutar de una gastronomía que enamora. Entre sus platos tradicionales destacan el cholao, el sancocho y los tamales, pilares de la identidad culinaria de la región que deleitan los sentidos.
Trujillo
Por otro lado, Trujillo, como menciona el alcalde José Luis Duque, recibe con los brazos abiertos a turistas nacionales e internacionales. Este municipio, parte del tesoro turístico del Valle del Cauca, se convierte en un destino ideal para conectar con la cultura y hospitalidad vallecaucana durante esta temporada especial.
Motivación
El Gobierno del Valle motiva a todos los colombianos a recorrer el departamento, prometiendo experiencias memorables y únicas en cada rincón. Semana Santa en el Valle del Cauca no solo es una celebración religiosa, sino también una invitación a redescubrir su esencia y disfrutar de su riqueza cultural y natural.