Bangkok, 29 mar (EFE).- El Gobierno de Unidad Nacional (NUG) de Birmania anunció este sábado una tregua de dos semanas en las zonas afectadas por el terremoto de magnitud 7,7. La medida busca facilitar las labores de rescate en una crisis que ha dejado al menos 1.644 muertos y 3.408 heridos. Actualización: El sismo más letal en un siglo sacude Birmania y Tailandia.
El NUG, opositor a la junta militar, aseguró que solo usará la fuerza en defensa propia ante eventuales ataques. Las áreas más afectadas incluyen las regiones de Sagaing, Mandalay, Bago, Naipyidó y el sur del estado Shan.
Destrucción masiva y colapso de infraestructuras, actualización: El sismo más letal en un siglo sacude Birmania y Tailandia
El terremoto, el más fuerte en Birmania en un siglo, también causó el derrumbe de al menos 2.300 edificios, incluidas viviendas y templos en Mandalay, ciudad con 1,5 millones de habitantes. Además, se reportan 139 personas desaparecidas y grandes daños en carreteras y presas.
La crisis también impacta a Tailandia, donde un rascacielos en construcción colapsó en Bangkok, dejando nueve muertos y al menos 100 desaparecidos.
Ayuda internacional y estado de emergencia
Países como China, India, Rusia y Estados Unidos enviaron equipos de rescate y ayuda humanitaria. La junta militar birmana, usualmente reacia a la cooperación internacional, solicitó asistencia por la magnitud del desastre.

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Mientras tanto, en Tailandia, el gobierno declaró el terremoto como un desastre de nivel 3 y ordenó auditorías de seguridad en edificios. Bangkok mantiene cerrados varios hospitales y líneas de metro mientras continúan las evaluaciones estructurales.
Crisis humanitaria y riesgos a futuro, actualización: El sismo más letal en un siglo sacude Birmania y Tailandia
Birmania ya enfrentaba una situación crítica tras el golpe de Estado de 2021. Según la ONU, 3,5 millones de personas están desplazadas internamente y 15 millones corren riesgo de padecer hambre en 2025.
La destrucción de más de 600 monasterios, 300 pagodas y 60 escuelas agrava la crisis humanitaria. La reconstrucción y la atención a los damnificados representarán un desafío en un país sumido en conflicto.