En cualquier parte del mundo es muy complejo predecir el momento o el lugar exacto en el que se puede presentar una emergencia o un desastre natural, por lo cual es muy importante estar preparados ante cualquier eventualidad.
Dentro de los planes de prevención se realizan constantemente simulacros con el fin de conocer qué hacer durante el momento del suceso. Pero, ¿qué pasa si queda atrapado o necesita auxilio? el celular tiene carga pero es inútil porque la red móvil no funciona.
En este orden de ideas, desde hace tres años, un equipo de la Facultad de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Antonio Nariño investiga varias alternativas para comunicar a los sobrevivientes en un escenario como este.
Inicialmente se desarrolló el prototipo de ‘Conecta2’, una aplicación móvil que permite hacer contacto con otras personas a una distancia entre los 100 y 200 metros, con el fin de dar aviso de que se necesita ayuda cuando se presenta un acontecimiento de este tipo.
Dicha tecnología permite intercambiar datos con personas que están relativamente cerca y tienen la misma app instalada. Con esa información compartida sea por mensajes de texto, mensajes de voz o fotografías, se puede alertar a alguien más sobre si existe una persona atrapada, en peligro o que requiere de ayuda.
María del Pilar Salamanca, investigadora principal del proyecto y profesora de la Facultad de Ingeniería de Sistemas de la UAN, dijo que “una emergencia como un desastre natural puede ocurrir sin previo aviso. Las personas, por lo general, tienen su celular a la mano; aunque bajo el escenario de una catástrofe las llamadas no van a ser posibles, los teléfonos tienen una serie de interfaces de red que permiten, de otras maneras, enviar y recibir información”.
Asimismo, la aplicación tiene la capacidad de divulgar o informar a los teléfonos vecinos características particulares de quien está interactuando, por ejemplo, si es una mujer u hombre, su edad o el tipo de sangre, con la finalidad de dar un rescate diligente y directo.
Agregó que “seguimos evolucionando esta herramienta. Agregamos un módulo que calcula lo que llamamos el Índice de Interacción Humana (IIH); los teléfonos inteligentes tienen embebidos una serie de sensores de diversos tipos, con los cuales se puede inferir si hay una persona interactuando con el teléfono. En el escenario de la catástrofe, el IIH permite conocer si hay alguien que necesite ser rescatado. Básicamente, se hace el cálculo del índice y luego la aplicación se encarga de difundir la información”.
Paralelamente, el equipo ha trabajado en el diseño de una red de mayor alcance mediante el uso de microcomputadores Raspberry Pi, que puede ser desplegada sobre drones si se quiere lograr el cubrimiento de un área más extensa. También se han desarrollado otras aplicaciones para evaluar el consumo de energía del teléfono y para capturar datos de los sensores del mismo.
En la primera fase del proyecto, además de la profesora Salamanca, también participaron los profesores de la UAN, Elio Cables y Juan Camilo Ramírez, en colaboración con investigadores de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria (España) y un grupo de estudiantes de Ingeniería de Sistemas de la UAN. En la segunda etapa se unieron al equipo investigadores de otras instituciones y de diferentes disciplinas.
Además, también hacen parte delegados de la Cruz Roja Seccional Cundinamarca y Bogotá, quienes han sido vitales para conocer los procedimientos que se llevan a cabo al momento de rescatar personas en una emergencia. Esta información ha sido fundamental para el diseño de las nuevas aplicaciones y dispositivos del proyecto.