El Barcelona salió airoso de un duro compromiso en Butarque al imponerse por 0-1 al Leganés, en un partido tan complicado como valioso. Con este resultado, los de Hansi Flick se consolidan en la cima y ponen presión sobre el Real Madrid, que ahora queda a siete puntos de distancia, aunque con un partido menos. Los blancos tendrán también un desafío importante este mismo día en su visita a Vitoria.
Más allá del juego, el triunfo azulgrana tiene un peso especialmente clasificatorio. El Barcelona no brilló en su desempeño, pero logró lo más importante: ganar, incluso si fue gracias a un autogol de Jorge Sáenz. En su defensa, hay que decir que si no la empujaba él, lo hacía Lewandowski, quien ya estaba listo para definir.
El encuentro fue deslucido, áspero y sin mucho fútbol, pero al final, los tres puntos cuentan igual. Y en la lucha por el título, estos partidos también se ganan y se celebran.
Victoria fea, pero efectiva
Hansi Flick dejó claro que este partido era clave y por eso apostó por un once muy similar al que goleó al Borussia Dortmund en Champions, con solo dos cambios: Cubarsí y Frenkie de Jong descansaron. El tridente ofensivo fue titular, al igual que Pedri y casi toda la línea defensiva.
Por su parte, el técnico del Leganés, Borja Jiménez, apostó por el joven Diomade (18 años) como titular tras su reciente debut en el Bernabéu, y sorprendió incluyendo a Altimira para reforzar la defensa.
Aunque el partido fue todo menos vistoso, Barcelona sudó cada punto y salió con una victoria que puede ser crucial en la carrera por LaLiga. Como diría Flick, «una jornada menos, tres puntos más».