Bogotá refuerza su apuesta por la paz: Consejo Distrital avanza en estrategias de reconciliación y convivencia 

[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Male" buttontext="Escuchar Noticia"]

Con el objetivo de fortalecer las iniciativas de paz y convivencia en la ciudad, se llevó a cabo la Primera Sesión Ordinaria del Consejo Distrital de Paz, Reconciliación, Convivencia y Transformación de Conflictos de 2025 en el Palacio Liévano. En este encuentro se revisaron los avances de los compromisos adquiridos en sesiones anteriores y se discutieron estrategias para consolidar la paz en Bogotá.

Uno de los temas más relevantes fue la elección de Gladys Aristizábal como nueva representante del Consejo ante el Consejo Territorial de Planeación Distrital (CTPD). A pesar de que se sugirió postergar la votación para obtener un concepto técnico sobre una posible contradicción normativa, los delegados decidieron avanzar con el proceso, reafirmando su autonomía.

Además, se presentó un balance del Plan de Trabajo 2024-2025, resaltando logros en la articulación de políticas públicas, el fortalecimiento de la comunicación con entidades distritales y la implementación de campañas de sensibilización sobre la paz. Sin embargo, persisten desafíos como la consolidación de los Consejos Locales de Paz y la necesidad de una mayor participación institucional en las comisiones de trabajo.

Isabelita Mercado, consejera de Paz, Víctimas y Reconciliación, reiteró el compromiso con estos espacios: “Estamos decididos a fortalecer esta instancia de participación. Esperamos que este año se vean resultados concretos y una articulación más sólida con los Consejos Locales de Paz”, afirmó.

El Consejo Distrital de Paz sigue posicionándose como un escenario fundamental para la reconciliación y la transformación de conflictos en Bogotá, promoviendo iniciativas que fomenten el respeto, la inclusión y la construcción colectiva de la paz.

Frente a esta crisis, la concejal Calderón propuso una serie de acciones inmediatas para mejorar la seguridad vial en Bogotá. Dentro de sus propuestas se encuentra la intervención en intersecciones peligrosas con medidas de pacificación del tráfico, el rediseño del ancho de los carriles para reducir la velocidad y generar espacios seguros para ciclistas y peatones, la mejora en señalización y semaforización con estrategias de mantenimiento continuo, la creación de una fuerza de tarea conjunta liderada por la Secretaría de Movilidad en articulación con otras entidades, y la implementación de Zonas de Estricto Cumplimiento, un modelo recomendado por el Banco Mundial en el que se aplican controles rigurosos en sectores específicos de la ciudad para garantizar el respeto de las normas de tránsito.

Para Calderón, Bogotá no puede seguir esperando respuestas tardías o soluciones a medias, pues la falta de acción ha costado demasiadas vidas. La ciudad necesita un enfoque serio y articulado que priorice la seguridad de peatones, ciclistas y motociclistas, y evite que la siniestralidad vial siga en aumento.