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Ser observado bailando en silla de ruedas: para Felize, Berghain es un segundo hogar. Sin embargo, ¿Qué implica la inclusión en un club, más allá de los equipos de sensibilización y las rampas para personas con discapacidades?
Cuando Felize ingresa al vestíbulo de Berghain, no se percibe como una inusual. A pesar de que se encuentra en silla de ruedas, aquí se encuentra a gusto. Es seguidora del club tecnológico más reconocido de Alemania. Conoce el ritmo de sus bafles, las largas noches, la rigurosa puerta de acceso, pero también el sentimiento de ser vista y aceptada entre desconocidos.
Clubes como Berghain son cada vez más vistos como «espacios seguros» para individuos con discapacidad o queer. Lugares inclusivos donde las personas pueden disfrutar de sus actividades con serenidad y seguridad.
Numerosos clubes colaboran con grupos de sensibilización, aseguran una programación y listas de invitados variadas y se pronuncian en contra de la discriminación. Pero ¿cuánto son realmente accesibles estos lugares, tanto física como socialmente?