Colombia fue superior en Juegos de Sucre

Colombia hizo historia en los I Juegos Bolivarianos de la Juventud realizados en Sucre, logrando un total de 179 medallas.

En la plazuela Anicentro Arce, ubicada en la zona de la ex estación de la Sucre en Bolivia, se llevó a cabo la ceremonia de clausura de los I Juegos Bolivarianos de la Juventud. El evento principal contó con la presencia del presidente del Comité Olímpico Boliviano, Marco Arze, quien junto al alcalde de Sucre, Enrique Leao, realizó la devolución de la bandera de la ODEBO al presidente de la institución, Baltazar Medina.

Colombia campeón

A unas pocas cuadras de la plazuela Anicentro Arce, se organizó un desfile de todas las delegaciones en una «calle de honor» dedicada a todos los países participantes. Colombia ingresó en primer lugar como el actual campeón de la competencia, habiendo obtenido un total de 179 medallas.

Además de los discursos del presidente del Comité Olímpico Boliviano y del presidente de Sucre, se otorgó un reconocimiento al «fair play» mediante un presente entregado al deportista de lucha Nicolás Vargas, representante de Chile. Asimismo, se entregaron otros reconocimientos a las autoridades de Sucre en reconocimiento a su importante apoyo en la realización de los I Juegos Bolivarianos de la Juventud.

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El presidente de la Organización Deportiva Bolivariana (ODEBO), Baltazar Medina, expresó su orgullo y satisfacción por el destacado desarrollo de las competiciones, señalando: «No todas las despedidas son tristes; hoy nos alegramos al despedir a todos los atletas que participaron en los I Juegos Bolivarianos de la Juventud. Ellos también están felices de representar a sus países y de elevar sus banderas muy en alto, así como de alcanzar los logros deportivos que los comprometen con el trabajo diario en pos de su mejora. A todos los que hicieron posible que este sueño se cumpliera, a todos los que cumplieron este compromiso, les damos las gracias en nombre de la juventud deportiva bolivariana».

Tras concluir el discurso del presidente Baltazar, la antorcha de los Primeros Juegos Bolivarianos de la Juventud se apagó, pero su legado perdura en la historia, ya que en Sucre, Bolivia, nació una herencia para la juventud deportiva.

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