Colombia Sub-17 perdió la final contra Brasil por penaltis.

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Otra vez los penales. Otra vez la lágrima. Otra vez Brasil. La Selección Colombia Sub-17 se quedó a un paso de la gloria en Cartagena, en su casa, en su cancha, con su gente. Jugó con alma, con ritmo, con sabor… pero el destino, ese viejo pícaro que a veces se disfraza de injusticia, le volvió a dar la espalda desde los once pasos.

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Porque la película fue bonita hasta el minuto 87. La Tricolor empezó dominando como local de barrio bravo: intensa, atrevida, con los extremos volando como si tuvieran alas en los guayos. En una jugada que nació desde el saque de meta, cuatro toques bastaron para que Santiago Londoño pusiera a correr a Jhon Sevillano, que con zurda caliente la mandó al segundo palo. Golazo. Y el Jaime Morón tembló de alegría.

La historia que duele se repite

El plan de Freddy Hurtado parecía estar funcionando: orden, presión alta, bandas veloces y corazón a la defensiva. Pero el reloj empezó a jugar en contra y la Tricolor se fue replegando, como si el miedo a ganar se colara por los costados. Brasil, ese rival que siempre vuelve como el villano de novela, se vino con todo y encontró premio en un balón quieto. Tiro libre al área, desconcentración, y Ze Lucas apareció como fantasma para el empate.

Los penales llegaron como sentencia inevitable. Colombia falló dos cobros. Brasil, frío como un cuchillo, no perdonó. Fue 1-4 desde los once pasos. Y otra vez, la gloria se nos escabulló entre los dedos.

Pero no hay que bajar la cabeza, porque este combo juvenil tiene con qué. Hay talento, hay carácter y hay futuro. Lo de Jhon Sevillano, Londoño, Herazo y compañía es para aplaudir de pie. Lo de Jorman Mendoza, a pesar del gol recibido, fue digno de guerrero. En noviembre viene el Mundial Sub-17 en Qatar, y allá vamos a llegar con el alma de revancha, con ganas de gritar lo que ayer se nos negó.

Porque esto no termina aquí. Esto apenas comienza. Y el balón, parcero… el balón siempre da revancha.


🟡🟢 Destacado:

Jhon Sevillano puso a vibrar a Cartagena con un zurdazo de fantasía, pero Jorman Mendoza no pudo evitar el castigo desde los penales. Colombia luchó con honor, pero la historia volvió a tener final brasileño.