Comercio en Popayán, detalles por mejorar

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En Popayán los establecimientos comerciales no se caracterizan por ser muy madrugadores, especialmente en el Centro de la ciudad y concretamente en cafeterías y restaurantes. Hay que andar bastante para conseguir un desayuno o un jugo de frutas antes de las 8 de la mañana. Antes de las 7 ya es casi imposible.

Y ¡ay! la atención, la atención. Si te sale un pelo en la sopa y llamas a la mesera, te hace mala cara y se lleva el plato. Pasado un momento te trae el mismo plato pero sin el pelo. Comas o no comas el almuerzo, hay que pagarlo, así que si el hambre aprieta, hay que hacer de tripas corazón e ir tomando la sopa a cucharadas, pensando en otra cosa. Lo más normal es que no te la comas y ya el ‘corrientazo’ te quedó por la mitad. Si quieres hacer valer tus derechos como cliente, vas a la caja y les cuentas el incidente con el insecto o el pelo que te salió. Ahí te vuelven a mirar con fastidio. ¿Pero se la cambiaron?, preguntan. Entonces el precio no tiene ninguna modificación.

Por supuesto creemos que estas son excepciones, que la higiene en la mayoría de los sitios públicos es la regla primordial, no tratamos de satanizar el negocio de los restaurantes, pero sí es necesario que sus propietarios y administradores mejoren ciertos aspectos del servicio y la atención. Antes éramos aún más burdos, no era nada raro que antes de pedirle a la empleada que te mostrara varias prendas en un almacén de ropa, te preguntaran si ibas a comprar o no para no estar perdiendo tiempo.

Ahora la competencia y cierta profesionalización de los empleados del comercio han mejorado en algo el panorama pero aún quedan rezagos que habría que corregir. El otro extremo, el del acoso de un vendedor, esos que si no les compras es como haberse ganado un enemigo. Las organizaciones gremiales deberían capacitar a propietarios y administradores para que Popayán, una ciudad turística, atienda con profesionalismo a los visitantes y estos se lleven una buena impresión, regresen o nos recomienden.

El servicio que se ofrece en un establecimiento es tan importante como nuestra oferta. De nada servirá que el cliente coma unos platos exquisitos si el trato que recibe no es cordial, ya que si no se siente cómodo no volverá. Los consumidores, cada vez más exigentes, reclaman un trato que esté a la altura de sus expectativas ante la posibilidad de darle una oportunidad a la competencia. Pero, ¿en qué consiste exactamente una buena atención al cliente? Los aspectos que más valoran los clientes son los siguientes: Los trabajadores siempre deben tener una actitud adecuada hacia los clientes, sin impacientarse y por supuesto, con el máximo respeto. Además, para los consumidores también es importante sentirse escuchados.

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