La Amazonía, la selva tropical más extensa del planeta, es un componente crucial no solo para los países que la comparten, sino también para el equilibrio climático global y la diversidad biológica del mundo. Sin embargo, está bajo una creciente amenaza debido a las actividades humanas que aceleran su deforestación, degradación y contaminación.
Proclamar a la Amazonía como sujeto de derechos es fundamental para garantizar su preservación y restauración. Esto permitirá la creación de un marco legal sólido que proteja su integridad ecológica y reconozca los derechos de las comunidades indígenas y locales que dependen de ella. Tal reconocimiento no solo resalta su valor intrínseco, sino que también impulsa un cambio hacia una visión ecocéntrica, necesaria para restaurar el equilibrio entre la humanidad y la naturaleza.
En junio de 2024, más de 1500 personas se reunieron en Bolivia para el XI Foro Social Pan-Amazónico, donde se elaboró la Declaración de los Derechos de la Amazonía. Este documento fue aprobado por todos los comités nacionales e internacionales del FOSPA y luego entregado a las autoridades de Brasil y Colombia, países claves en la protección de este ecosistema.
Con la Convención de Diversidad Biológica en la COP16 que se celebrará en Colombia, y con el precedente de la sentencia de la Corte Suprema de Justicia de 2018 (STC 4360-2018), que reconoció a la Amazonía como sujeto de derechos, este es el momento ideal para exigir una protección efectiva y duradera de este bioma vital.
