Para evadir los controles de la policía en el norte de Popayán, se han visto muchos motociclistas usando los andenes del carril contrario en sentido norte sur. Increíble la desfachatez de algunos conductores, no hay normas, no hay ética, no hay civismo, no hay nada. No todo es culpa de los alcaldes y los funcionarios, parte del caos lo producimos nosotros mismos con nuestro comportamiento cotidiano. Queremos cambios pero no queremos cambiar nosotros. Que cambien los demás piensan muchos, los malos son los otros, yo hago las cosas bien.
Suicidios
Y siguen aumentando la cifra de jóvenes que un dia cualquiera deciden quitarse la vida por múltiples y conocidas, pero a la vez secretas causas. Conocidas porque casi siempre son las mismas: problemas emocionales, por desamor, por acoso escolar o bullyng,, por violencia intrafamiliar, por maltrato. Y son secretas porque solo la persona que toma esa fatal decisión es la que finalmente sabe porque lo hace y se lleva el secreto a la tumba. Es una pena, ojalá las autoridades de salud se tomen en serio de una vez por todas por esta tragedia que se lleva cientos de vidas jóvenes cada año.
Madre pide justicia
Resulta conmovedor oír a la madre del joven asesinado hace un mes en el sector de La Esmeralda, pidiendo que por favor se haga justicia con su hijo. Ruega que el crimen de este muchacho no quede en el olvido y se haga justicia. Es el clamor de miles de madres en este país que han perdido a sus hijos en medio de tantos escenarios de violencia que se generan en este país.
Generación perdida
Una generación de jóvenes se está perdiendo, mientras unos estudian y piensan en su futuro, otros, campesinos, indígenas, afros, se ven empujados a la guerra, a la criminalidad, por no tener la manera de desarrollar su proyecto de vida. Porque no creemos que resulte placentero vivir en el monte, en medio del fragor del combate, con sus vidas y las sus familias en peligro, sin saber si las volverán a ver algún día, recordando alguna noche estrellada, con nostalgia, su lejana infancia.