Auge de la piratería en el transporte

Transportadores de servicio público intermunicipal, han vuelto a levantar su voz de protesta en  Popayán, por la presencia cada vez más grande de piratas terrestres en las inmediaciones de la terminal. A principios del pasado mes de febrero, los conductores paralizaron las actividades como forma de protesta contra el agobio de los informales. El paro se levantó gracias a unos acuerdos logrados con la Administración Municipal. En abril del año pasado había llevado a cabo unas acciones de hecho idénticas. Hemos dicho siempre que esta protesta está plenamente justificada y es el reflejo de un problema estructural que empezó a ganar intensidad en la etapa más cruda de la pandemia: el avance de la piratería en las rutas entre municipios. 
En aquellos días al transporte legalmente constituido se le exigía estrictas medidas de bioseguridad para poder operar. Muchos no lograron cumplir los requisitos. Los informales aprovecharon la oportunidad y pusieron sus carros a disposición de la gran demanda insatisfecha. Esa coyuntura ya se superó en parte y los informales salieron fortalecidos. Probaron la miel de un negocio bueno, en el que ganan dinero sin pagar impuestos, sin tramitar permisos. La alcaldía hizo un compromiso para que levantaran la protesta:  ejercer controles en los alrededores del centro de transporte. Los acuerdos entre la Administración, la policía y los directivos del terminal tenían como objetivo  implementar diferentes mecanismos de vigilancia que evitara que los viajeros se usaran servicios de transporte ilegal o ‘piratas’. Estos acuerdos se cumplieron en un principio, pero poco a poco el control de la zona ha ido despareciendo.  En términos generales la piratería en el transporte se ha desbordado. El gremio de ha hecho denuncias a la Procuraduría, pero siempre se han encontrado con falta de voluntad política y la poca gestión operativa para combatir el transporte ilegal e informal, por parte de las Secretarías de Tránsito. Ministerio de Transporte, la Supertransporte y la Dirección de Tránsito y Transporte de la Policía Nacional (Ditra). Es común la denuncia sobre vehículos de todo tipo: vanes, motocicletas, taxis, e incluso carros particulares, haciendo recorridos ilegales entre capitales y municipios a plena luz del día y, también, a la vista de las autoridades que hacen controles en carreteras. El fenómeno de la piratería no va a desaparecer de las calles de las ciudades colombianas, pues es uno de las tablas de salvación del desempleado, lo que no se puede tolerar es la piratería en las barbas mismas de las terminales terrestres, y en las rutas intermunicipales, pues las personas que se movilizan en esos vehículos no tienen garantías. Además esa especie de tolerancia, de ‘dejar hacer’ de las autoridades no hace más que estimular a que más vehículos quieran entrar al mercado y lo peor, que muchos de los que actúan en la legalidad, se pasen al transporte informal, como está ocurriendo en el gremio de los taxis.     

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