La falta de una Plan de Ordenamiento Territorial en Popayán es una de las más grandes carencias de la capital del Cauca, por el gran impacto que tiene sobre el desarrollo urbano cultural y medioambiental. Por esa razón podríamos considerar como muy positivo que la actual Administración Municipal haya fijado fecha para radicar en el Concejo, el proyecto de Acuerdo para la adopción del nuevo POT. Este anuncio fue notificado a la plenaria de la Corporación en el inicio de las sesiones ordinarias. Ahora se espera que la CRC presente el estudio de riesgos ambientales, necesario para incluirlo en el proyecto que se presentará a Planeación. Presentado a esta oficina, empieza a correr un plazo de 30 días al final del cual se debe emitir un concepto. Posteriormente la carpeta retorna a la CRC para un visto bueno definitivo, antes de radicarlo en la secretaría del Concejo donde se dará su aprobación definitiva antes de quedar adoptado. Una realidad que se tiene presupuestada para el 2023. Esperamos que estos plazos con exactitud y los payaneses puedan al menos tener una esperanza de contar con un POT en condiciones. En términos generales el POT es un instrumento de planeación que permite definir la hoja de ruta de la ciudad. Es importante porque permite un uso racional del suelo, una relación equilibrada con el medio ambiente, preservación del patrimonio cultural, fortalecimiento de los agentes que influyen en el mejoramiento de la calidad de vida y la generación de recursos propios. Además, orienta y prioriza las decisiones e intervenciones que debe realizar la administración, que permiten el desarrollo y mejoramiento de los parques, andenes, ciclorrutas, los centros de atención a la población, las vías, los servicios públicos y los equipamientos. En el caso específico de Popayán, y teniendo en cuenta las coyunturas que se afrontan, El POT es una de las bases que se requiere para trabajar la empresa de Renovación Urbana, espacio que a su vez dará la posibilidad de crear el Banco de Tierras para responder así a una de las grandes demandas de la capital caucana, la vivienda para los estratos populares. Sin un POt bien aterrizado a nuestra realidad, la ciudad seguirá creciendo caóticamente, sin un orden, sin referencias claras, sin poder garantizar la calidad de vida a las personas que empujadas por la pobreza se ubican en zonas de riesgo, no aptas para desarrollar sus proyectos de vida.
