Preocupan las cifras de los programas de la secretaría de integración social.
La Secretaría de Integración Social enfrenta un preocupante rezago en la ejecución territorial de sus recursos, según denunció la concejal Rocío Dussán en el Concejo de Bogotá. De acuerdo con la cabildante, a pocos meses de finalizar el primer trimestre del año, los programas de asistencia social presentan atrasos significativos en su implementación, afectando a miles de ciudadanos que dependen de estos servicios.
30 de los 52 servicios prestados han sufrido reducciones significativas en su cobertura, afectando especialmente a niños, habitantes de calle, migrantes, entre otros.
Dussán alertó sobre el impacto de esta falta de ejecución presupuestal en poblaciones vulnerables, como niños, jóvenes, adultos mayores y personas en condición de pobreza, quienes dependen de los programas de alimentación, subsidios y otros apoyos de la entidad. Según las cifras presentadas, entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2024, un total de 220.469 beneficiarios dejaron de recibir apoyo, lo que equivale a eliminar de tajo el acceso a estos programas para el equivalente a toda una localidad como Tunjuelito y Puente Aranda.
Dentro de los datos más preocupantes, se destacó que 169.000 personas dejaron de recibir el Ingreso Mínimo Garantizado, quedando en incertidumbre sobre su seguridad alimentaria y nutricional. Además, más de 25.000 jóvenes perdieron el acceso a los servicios de las Casas de Juventud, lo que limita sus oportunidades de formación y desarrollo. En el caso de la infancia, 7.500 niños menos fueron atendidos en jardines infantiles, Centros Crecer y Centros Proteger, afectando su desarrollo integral. Asimismo, 6.700 personas menos accedieron a los servicios de las comisarías de familia, debilitando la protección de los hogares bogotanos.
La concejal hizo un llamado a la Administración Distrital para que tome medidas urgentes y garantice la entrega efectiva de los beneficios a quienes los necesitan. Advirtió que este tipo de rezagos ponen en riesgo el cumplimiento de los objetivos sociales de la Secretaría y afectan la calidad de vida de los bogotanos más necesitados. Por ello, insistió en la necesidad de mayor eficiencia en la gestión y ejecución de los recursos públicos para evitar que los programas sociales queden estancados y miles de ciudadanos continúen sin recibir las ayudas que requieren.