En nueve municipios de Nariño fueron destruidas 169 estructuras dedicadas a la producción de pasta base de coca. En las mismas operaciones, fueron capturadas 50 personas, presuntamente vinculadas con Grupos Armados Organizados (GAO) que actúan de manera clandestina en esta región del país. Además, se incautaron cerca de tres toneladas de cocaína.
Los resultados se obtuvieron entre enero y abril de 2025, durante operaciones conjuntas adelantadas por la Armada, con el apoyo del Ejército Nacional, la Fuerza Aeroespacial Colombiana y la Policía Nacional, y coordinadas con la Fiscalía General de la Nación. Estas acciones se enmarcan en la Política de Drogas 2023–2033 ‘Sembrando vida, desterramos el narcotráfico’, diseñada por el Gobierno nacional.
La estrategia busca reducir la producción de estupefacientes y su disponibilidad en mercados internos y externos, mediante el desmantelamiento de redes criminales, la afectación de sus rentas ilegales y la persecución del lavado de activos.
En estos complejos se transformaba la hoja de coca en pasta base, un insumo intermedio en la elaboración clandestina del clorhidrato de cocaína. Su destrucción evitó que, dada su capacidad de procesamiento, se llegaran a producir y comercializar más de siete millones de dosis en distintos puntos del mundo.
Las operaciones se llevaron a cabo en Tumaco, Mosquera, Olaya Herrera, Francisco Pizarro, La Tola, El Charco, Agua Clara y Santa Bárbara de Iscuandé, con la participación de unidades de la Brigada de Infantería de Marina No. 4.
Durante los operativos, las autoridades hallaron 16.547 kilogramos de insumos sólidos y 68.189 galones de insumos líquidos, además de 18 embarcaciones, un semisumergible y material de guerra.
De acuerdo con el análisis de campo efectuado por personal forense de la Armada, cada una de estas infraestructuras afectó más de una hectárea de tierra con reserva natural, y el vertimiento indiscriminado de residuos químicos en suelos y fuentes hídricas generó una grave afectación ambiental en la región.
Labores de inteligencia naval permitieron establecer que los laboratorios pertenecerían a estructuras de los GAO residuales: la Coordinadora Guerrillera del Pacífico, la estructura Iván Ríos y el bloque occidental Jacobo Arenas – estructura Rafael Aguilera. Estas organizaciones utilizan el narcotráfico como principal fuente de financiamiento para su accionar delictivo contra la Fuerza Pública y las comunidades del Pacífico sur nariñense.
El Gobierno nacional reitera su compromiso con la protección del territorio y la lucha contra las economías ilícitas que amenazan la seguridad de los habitantes del Pacífico sur colombiano. Asimismo, invita a la ciudadanía a denunciar cualquier actividad ilegal que ponga en riesgo los recursos naturales y a hacer un uso legal y responsable de los espacios marítimos en esta zona del país.