Garantías para las elecciones del 2022

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Cuando ya ha transcurrido más de una semana desde que el registrador Nacional Alexander Vega pronunció su famoso mensaje a los sectores de la oposición, que sonó más a amenaza, sobre la supuesta falta de garantías para unas elecciones ajustadas a la Ley, (“El que no sienta garantías o crea que le van a hacer fraude no debería presentarse”), con la cabeza fría y evaluando de igual manera la falta de coincidencia estadística entre los datos poblacionales que manejan Registraduría Nacional del Estado Civil y el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, cuyo desfase llega a nada menos que 5 millones de personas, creemos que es necesario fortalecer todo el proceso de observación internacional para las elecciones del próximo año por la trascendencia que tendrán para el futuro del país. En ese propósito las coaliciones de oposición deberán actuar en bloque si es que en realidad pretenden jugar en un escenario con reglas transparentes.  
Esa diferencia de 5 millones de personas no es un asunto menor y no se puede resolver en una especie de acuerdo amistoso como decía el registrador, se trata un tema estadístico, objetivo, no se puede hacer consenso. O somos 50 o 55 millones de colombianos, no los dos valores al mismo tiempo.   
Si bien es cierto que el registrador Nacional aseguró que “están dadas todas las garantías” para las elecciones a Congreso y Presidencia del 2022, y que habrá una misión de observación electoral conformada por la Organización de Estados Americanos OEA, la Unión Europea y el Centro Carter y  agregó que también habrá un software de escrutinio solicitado por la oposición y un plan de auditorías, se debe empezar a solicitar una vigilancia permanente desde ahora y sumar actores para integrar dicha comisión, sobre todo teniendo en cuenta que Colombia acumula décadas de prácticas de fraude electoral.   
El funcionario confirmó que “hay un gran interés de la Unión Europea en participar en los procesos del 2022, en especial de las curules de paz, ellos tienen presente que este ejercicio nuevo hace parte del acuerdo de paz y la información que nos manifestaron, es que están interesados en hacer observación no solamente para las elecciones de Congreso y Presidente sino también para las curules de paz”. Pues ese supuesto interés de la Unión Europea en participar en la vigilancia directa a los procesos electorales colombianos, deben aterrizarse a escenarios reales, con una hoja de ruta y unas estrategias bien definidas no solo para las zonas urbanas si no para las zonas rurales donde más se presentan delitos electorales. En esta ocasión organismos civiles como la MOE, tienen más importancia que nunca, y deben estar a la altura de estas próximas elecciones históricas.