El conductor de la motocicleta fue trasladado de urgencia tras impactar el día de hoy con un vehículo particular en la vía Paipa – Duitama. Las autoridades investigan.
Emergencia en la carretera
En horas de la mañana de hoy domingo 29 de junio, se registró un fuerte accidente de tránsito en la vía que conecta a Paipa con Duitama, exactamente en el sector conocido como retorno La Isla. El hecho involucró a un vehículo particular y a una motocicleta, cuyos ocupantes fueron atendidos tras el violento impacto.
Estado delicado del motociclista
El conductor de la motocicleta sufrió graves heridas en la cabeza, por lo que fue trasladado de inmediato al Hospital Regional de Duitama, donde actualmente recibe atención médica prioritaria. Su estado de salud es delicado, según versiones preliminares.
Investigación en curso
Al lugar acudieron unidades de tránsito y socorristas, quienes controlaron la situación y brindaron atención inicial a los implicados. Las autoridades ya iniciaron las investigaciones para esclarecer las causas reales del siniestro, pues hasta el momento no se ha determinado qué provocó el choque.
Una carretera peligrosa por donde se mire
No es casualidad que la vía Tunja–Paipa–Duitama se haya ganado la etiqueta de “vía mortal”. Aunque en apariencia parece segura —una carretera amplia, en su mayoría recta y plana—, esa misma condición es la que ha llevado a una falsa sensación de confianza entre los conductores. Según reporta la comunidad, muchos aprovechan los tramos despejados para acelerar sin medida, adelantar de forma temeraria y ejecutar maniobras que rayan en lo suicida.
El diseño vial consiste en dos carriles amplios por sentido, separados por un amplio separador central, lo que favorece la fluidez. Pero también da lugar a imprudencias constantes. La vía está dividida en dos grandes calzadas: una que va en sentido sur–norte, y la otra norte–sur, cada una con sus respectivas dos vías. Y aunque todo parece estar dispuesto para garantizar una circulación segura, los resultados dicen otra cosa.
Cada año, esta carretera protagoniza siniestros con saldos lamentables. Por eso surge una pregunta inevitable: ¿Dónde está la respuesta institucional? Si ya se sabe que esta es una de las vías más peligrosas del departamento boyacense, ¿por qué no hay una intervención decidida? ¿Dónde están los reductores de velocidad, la señalización clara, el control policial real?
La responsabilidad, claro está, recae en buena parte en los conductores. Pero otra gran cuota la tienen las autoridades de tránsito, que no pueden seguir dejando que la vía se cobre vidas sin que pase nada. Porque mientras tanto, el asfalto sigue sumando víctimas.
Cuidar a nuestros motociclistas y ciclistas no es una opción, es una obligación
En vías como esta —planas, veloces, con múltiples carriles— los motociclistas y ciclistas son los más vulnerables. No tienen carrocería que los proteja, ni márgenes de error. Un mal cálculo, un giro repentino, una parada mal hecha… y el desenlace puede ser trágico.
Y por eso la prevención tiene que ser prioridad. A nivel personal y también institucional. Campañas serias de seguridad, controles efectivos… Una vez más, se ha demostrado lo frágil que es la línea entre salir de casa con vida o terminar en una camilla.