Alerta sobre deficiencias por desorden administrativo y mal manejo de recursos
El Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA) enfrenta una crisis sin precedentes, marcada por desorden administrativo, una mala distribución de los recursos y la falta de supervisión en la contratación de personal. La concejal Clara Lucía Sandoval ha recibido múltiples denuncias sobre esta situación y advierte que las deficiencias afectan directamente el bienestar de los animales en la ciudad.
Según las denuncias, la mayor parte del presupuesto de la entidad ha sido destinada a la contratación de personal en áreas administrativas y corporativas sin un control claro, dejando en segundo plano los servicios esenciales para el cuidado de los animales. Muchos de los funcionarios contratados no son identificados por sus propios compañeros y, en algunos casos, no cumplen con sus funciones, lo que ha llevado a que los recursos se agoten sin garantizar un adecuado funcionamiento de la institución.
Uno de los efectos más graves de esta mala administración fue la falta de contratación del servicio de aseo y cafetería, lo que dejó a la Unidad de Cuidado Animal (UCA) sin mantenimiento por varios días. Esta situación obligó a los pocos profesionales y cuidadores disponibles a asumir tareas de limpieza en instalaciones, caniles y áreas de atención a los animales, sin contar con la debida cobertura de la ARL en caso de accidentes laborales.
Falta de personal
Otro de los problemas críticos que enfrenta la entidad es la alarmante escasez de personal médico en la UCA, que actualmente opera con solo la mitad de los veterinarios necesarios. Debido a esta situación, los profesionales de otras áreas, como el Escuadrón Anticrueldad, las brigadas de atención y los equipos de urgencias, han tenido que suspender parcialmente sus funciones para suplir esta grave deficiencia en la atención de los animales.
A esto se suma la falta de contratación de custodios, quienes son los encargados de sacar y atender a los animales en el día a día. La ausencia de estos trabajadores ha obligado a improvisar una programación en la que los mismos veterinarios y otros funcionarios intentan cubrir estas funciones, generando una sobrecarga laboral que pone en riesgo la calidad del servicio.
Uso desproporcionado de recursos
Desde febrero, la concejal Sandoval había advertido sobre la desproporción en la asignación de recursos dentro del IDPYBA. Según los reportes, más del 75% del presupuesto ha sido destinado a áreas administrativas, mientras que la Subdirección de Fauna solo ha recibido el 23,4% y el área de Cultura apenas el 4,5%.
Esta distribución de recursos evidencia que el IDPYBA ha priorizado su estructura burocrática sobre su misión principal, que es la protección y el bienestar de los animales en Bogotá. “¿Cómo es posible que el IDPYBA gaste más en sostener su propia burocracia que en la protección y bienestar de los animales?”, cuestionó la concejal, señalando que la entidad se ha convertido en una institución de escritorio, desconectada de su propósito real.
Ante esta grave crisis, la concejal Clara Lucía Sandoval ha hecho un llamado urgente a la administración distrital para que tome medidas inmediatas que garanticen las condiciones mínimas de funcionamiento del IDPYBA. Según la cabildante, la falta de gestión eficiente y el despilfarro de recursos en burocracia innecesaria han provocado una parálisis en la prestación de servicios esenciales, afectando no solo a los animales que dependen de la entidad, sino también a los trabajadores que han tenido que asumir funciones fuera de sus competencias.
Sandoval insistió en la necesidad de reorientar la inversión para que los recursos realmente se destinen a la atención de los animales y al fortalecimiento de programas de adopción, esterilización y rescate. Además, exigió que la administración distrital tome medidas urgentes para corregir las irregularidades en la contratación y garantizar que los funcionarios cumplan con sus responsabilidades de manera efectiva.