Los mercados de mayor crecimiento, en este último tiempo y donde se vislumbran las mejores oportunidades de negocio, demandan propuestas de valor cada vez más especializadas, intensivas en tecnologías y conocimiento.

Hay que ponerse en los zapatos de los clientes para diseñar una propuesta de valor a su medida

Según una encuesta realizada por Ipsos sobre el emprendimiento en medio de la pandemia, Colombia es el país con mayor espíritu emprendedor en el mundo.  El país se llevó el primer lugar con un 61%, seguido por Sudáfrica con 56%, Perú con 55%. En la cuarta, quinta y sexta posición se ubicaron Arabia Saudita, con 54%; México, con 53%, y Turquía, con 53%, respectivamente.

Federico Mazzon, coach de Bootcamp de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), aseveró que el emprendimiento es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo económico de un país y dentro del cual se debe trabajar la innovación y salir de la zona de confort.

Consideró que “es indispensable e inevitable salir de la zona de confort. Para empezar, hay que ponerse en los zapatos de los clientes para diseñar una propuesta de valor a su medida, eso ya exige salir del mundo propio e ingresar en el de ellos. De ahí en adelante, la puerta de la zona de confort se abrirá frecuentemente y se ingresará a zonas turbulentas y zonas de gratificación, como si fuera una montaña rusa”.

Para que su emprendimiento sea exitoso y logre catapultarse como una gran idea, en el 2022, le traemos 5 recomendaciones para que ponga en práctica:

  • Armar un equipo. Es fundamental que haya sintonía humana, aspiracional y complementariedad de conocimientos y habilidades.
  • “Desromantizar”. No será fácil, pero si hay resiliencia, convicción y trabajo, al final valdrá la pena y más.
  • Partir de un gran problema o necesidad – presente o inminente-. Sin esto claro, difícilmente habrá un buen negocio.
  • No enamorarse de las ideas. Solucionar problemas de la sociedad y el medio ambiente que habitamos, obteniendo una retribución, es lo verdaderamente importante, el producto o las formas, pueden variar. Hay que pasar rápido a la acción y si la idea no funciona, seguir con la siguiente, no pasa nada.
  • Apalancarse en los ecosistemas de emprendimiento. Estos entornos se constituyen por diferentes actores que impulsan y potencian los emprendimientos (Incubadoras, aceleradoras, fondos de inversión, asociaciones, gobiernos, universidades, etc). Es importante aprovechar las ventajas y el soporte que brindan estos jugadores, para obtener financiamiento, asistencia técnica, mentorías, validaciones, capacitaciones y networking, entre otras.

Según el experto, “el capital humano (talento) y el capital social (network) deben ser invertidos, 100%, en este proceso de creación y lanzamiento. Respecto al capital financiero, se debe dar lo que sea necesario para poner en marcha el emprendimiento y subsistir hasta tanto se generen los primeros ingresos y el emprendimiento comience a ser autosustentable”.

Según Mazzon, además, “es importante pensar ¿en qué se invertirá ese capital? y claro, ¿de dónde se obtendrá?: FFF, Capital Semilla, Business Ángel, Bancos, Concursos/Competencias, Fondos públicos, etc) Y esta última pregunta, encierra otra para pensar: ¿qué está dispuesto a ofrecer para que inviertan en su proyecto?”.

Los mercados de mayor crecimiento, en este último tiempo y donde se vislumbran las mejores oportunidades de negocio, demandan propuestas de valor cada vez más especializadas, intensivas en tecnologías y conocimiento. Además, los emprendimientos dinámicos y de rápido crecimiento (startups) requieren de competencias y habilidades particulares para conducirlos, generar alianzas, negociar, levantar capital, diseñar estrategias y nuevos productos competitivos.