En un operativo de vigilancia a establecimientos comerciales, Carabineros de la Policía Metropolitana de Tunja, en conjunto con el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, incautaron 60 kilos de pescado que no cumplían con la talla mínima reglamentaria para su comercialización.
La acción fue realizada como parte de los controles que buscan proteger los recursos pesqueros y garantizar la seguridad alimentaria de los ciudadanos en la capital boyacense. El operativo se llevó a cabo en varios puntos estratégicos de la ciudad, especialmente en mercados y expendios de productos cárnicos y de mar.
Según las autoridades, el pescado decomisado no solo representaba una afectación ambiental por comprometer especies en etapa de crecimiento, sino también un riesgo para el consumo humano al no cumplir con las condiciones mínimas exigidas por la normativa sanitaria.
«La talla mínima se establece para permitir la reproducción adecuada de las especies. Comercializar pescado que no ha alcanzado su desarrollo afecta directamente el equilibrio de los ecosistemas acuáticos y pone en riesgo la sostenibilidad del recurso,» explicó un vocero del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura.
Los productos incautados fueron retirados de circulación y se iniciaron procesos sancionatorios contra los responsables, quienes podrían enfrentar multas económicas y cierres temporales de sus negocios.
Las autoridades reiteraron que continuarán realizando este tipo de controles en toda la ciudad y que mantendrán vigilancia constante en temporadas de alta demanda, como la Semana Santa, con el fin de prevenir la comercialización ilegal de productos pesqueros.
La Policía invitó a los comerciantes a cumplir con las normas vigentes y a los consumidores a comprar en sitios autorizados y exigir productos certificados.