Docentes y comunidad escolar de la Institución Educativa Nuestra Señora del Rosario, en el corregimiento El Rosal en zona rural de San Sebastián, Macizo colombiano, lanzaron un programa para defender las condiciones de habitat del Oso de Anteojos, amenazado por quemas y pérdida de su entorno natural.
El motilón
La idea, como lo explicó el profesor Omar Palacios, es usar un fruto muy buscado por el enorme mamífero para sostenerse, el fruto del árbol de Motilón, para que el animal encuentre condiciones estables y así evitar que se desplace hacia zonas en donde pueda estar en peligro por la caza irracional y la presión colonizadora que presenta esta zona.
En ese sentido, lo que se busca es sembrar muchas plántulas del árbol de Motilón y para ello diseñaron un proyecto de vivero en donde esperan hacer germinar la semilla para luego trasplantarla a terreno. Buscando así generar cultura de cuidado ambiental entre las nuevas generaciones y de paso, enaltecer la riqueza frutal desconocida que posee Colombia, ya que dicha fruta es poco lo que la logrado salir por fuera del Macizo colombiano.
“La fruta tene un sabor muy dulzón que le deja a uno la cara manchada de morado. Es un fruto que lo usa el Oso de Anteojos para su proceso de hibernación, y hacia esta parte del año es cuando más comienza a consumir la fruta de Motilón para ganar reservas en su cuerpo. Queremos lograr que encuentre condiciones para que crezca y se reproduzca como es su derecho”, dijo el profesor Palacios.