En relación a la situación que ha atravesado la Institución Educativa Rafael Pombo, específicamente la comunidad de la Sede del Barrio Valencia, por cuenta de negligencia en la intervención de infraestructura, el secretario Felipe Acosta se pronunció ante una reciente visita de los directivos de dicha institución.
El funcionario solicitó un compás de espera, manifestando que los estudiantes están en todo su derecho a protestar puesto que las condiciones actuales de la sede en que reciben las clases no son las más óptimas. “Tiempo atrás ellos ganaron una licitación para mejoras en su Institución Educativa pero, lastimosamente, los ingenieros de la empresa que le correspondía adelantar dichas adecuaciones no cumplieron ni han respondido a nuestro llamado”, afirmó el secretario. Según Acosta, “ahora estamos a la espera de que el alcalde, en las sesiones extraordinarias del concejo solicite la aprobación de un importante recurso que tenemos de aproximadamente unos 870 millones de pesos para que se realicen las mejoras locativas en dicha institución. Necesitamos que esto avance rápidamente y por ello solicitamos a los corporados que nos colaboren en ese sentido”.
Te puede interesar: Diálogos en comuna Ocho de Popayán para el Plan de Desarrollo
Cabe recordar, que este calvario comenzó el 25 de septiembre del 2023, cuando el grupo MSG, bajo la dirección del ingeniero Diego Segura, inició una obra destinada a corregir simples goteras. Sin embargo, la intervención, lejos de resolver el problema, resultó en un techo destrozado, generando una serie de inconvenientes para la comunidad educativa.
Según información proporcionada por la institución al DIARIO DEL CAUCA, en una reunión de consejo directivo, el contratista se comprometió a entregar la obra antes de finales de octubre del 2023, y aunque se observó un cierto progreso hasta mediados de diciembre, el ritmo de avance se reveló insuficiente para garantizar la entrega oportuna para el inicio del año escolar 2024. La negligencia en el desmonte del techo y cielo raso, agravada por la temporada invernal, causó daños adicionales a pisos, paredes y zócalos.
La comunidad educativa expresó sus inquietudes ante las autoridades el 20 de diciembre, exigiendo al contratista la finalización de la obra y la reparación de los daños causados por la negligencia. Se estableció como plazo el 20 de enero para asegurar la adecuación de los espacios pedagógicos y recibir a los estudiantes de manera digna.
Las autoridades educativas y locales son instadas a intervenir de manera urgente para garantizar la pronta conclusión de la obra y evitar mayores repercusiones en el desarrollo académico de los estudiantes.
