INSEGURIDAD POR HABITANTES DE CALLE  

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La comunidad del barrio Álamos Norte, en la localidad de Engativá, enfrenta una grave problemática debido a la ocupación del parque del sector por parte de habitantes de calle. Lo que antes era un espacio de recreación para niños, familias y adultos mayores, hoy se encuentra convertido en un asentamiento improvisado, donde la inseguridad y el deterioro del entorno han generado un ambiente de zozobra entre los residentes.

Según los vecinos, la situación comenzó a agravarse hace varios meses, pero en las últimas semanas ha alcanzado niveles alarmantes. Los habitantes de calle han instalado cambuches y permanecen en el parque día y noche, acumulando residuos y generando focos de insalubridad. Además, la comunidad ha reportado constantes peleas, consumo de drogas y bebidas alcohólicas, así como un incremento en los robos y otros actos delictivos en la zona.

«La comunidad ha denunciado esta situación en múltiples ocasiones, pero las autoridades no han hecho nada para darle solución. El parque ya no es seguro, nuestros hijos no pueden jugar y el miedo ha hecho que muchas familias dejen de usar este espacio público», afirmó un residente del sector.

Los comerciantes de la zona también han sentido el impacto de la crisis, pues la inseguridad ha ahuyentado a los clientes, reduciendo sus ingresos. «Antes, el parque era un punto de encuentro para la gente y esto beneficiaba a los negocios. Ahora, con esta problemática, muchos prefieren evitar la zona», explicó un vendedor afectado.

A pesar de los llamados de auxilio, las intervenciones de la Policía y la Alcaldía Local han sido insuficientes. Aunque se han realizado algunos operativos de control, los habitantes de calle regresan al parque poco después, dejando en evidencia la falta de medidas estructurales para abordar la problemática de raíz.

Juan Pablo Bueno, líder comunitario de Engativá, se pronunció sobre la crisis y la falta de soluciones reales. «No es solo la invasión del parque, es el deterioro de toda la zona. Estamos viendo cómo el miedo se apodera de los vecinos porque la delincuencia se esconde entre estos asentamientos. Las autoridades deben actuar de inmediato, no con soluciones temporales, sino con estrategias a largo plazo que beneficien tanto a la comunidad como a las personas en condición de calle», expresó.

La comunidad de Álamos Norte exige a las autoridades distritales y locales tomar acciones urgentes para recuperar este espacio público y garantizar la seguridad de los ciudadanos. Entre las soluciones propuestas por los vecinos se encuentran el aumento de patrullajes policiales, la intervención de la Secretaría de Integración Social para ofrecer alternativas de atención a los habitantes de calle y la implementación de estrategias que impidan nuevas invasiones en el futuro.

Los residentes insisten en que el parque debe ser un espacio para el disfrute de la comunidad y no un foco de inseguridad y descontrol. «No pedimos que saquen a la gente a la fuerza, pero sí que se brinden soluciones reales tanto para ellos como para nosotros. La ciudad no puede seguir ignorando esta problemática que cada vez se agrava más», concluyó uno de los líderes comunitarios.

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