Aunque muchas festividades tradicionales se celebraron en junio, julio en Boyacá sigue ofreciendo motivos para salir, explorar y reconectar con lo auténtico. Este mes, el departamento se enfoca en fortalecer el emprendimiento local, promover el turismo rural y abrir espacios para el arte, la gastronomía y la cultura.

La Feria No. 10 “Boyacá Tierra Querida”, organizada por la Secretaría de Desarrollo Empresarial, se llevará a cabo los días 19 y 20 de julio en el Centro Comercial Viva Tunja. Allí, empresas vinculadas a la marca Soy Boyacá y artesanos de distintos municipios presentarán productos que reflejan la identidad regional: desde textiles y cerámica hasta alimentos procesados y cosmética natural.
Este evento no solo impulsa la economía local, sino que también permite a los visitantes conocer el talento boyacense, conversar con sus creadores y llevarse a casa piezas únicas. Además, se ofrecerán espacios de networking y actividades culturales que complementan la experiencia.
Entre montañas y ferias: el encanto de julio más allá de las fiestas patronales
Más allá de las ferias, julio es ideal para recorrer los paisajes de Boyacá. Villa de Leyva, con su arquitectura colonial y calles empedradas, sigue siendo uno de los destinos más visitados. Aunque su Festival Internacional de Jazz ya concluyó, el municipio ofrece caminatas ecológicas, visitas a museos y mercados artesanales durante todo el mes.

En Paipa, los visitantes pueden disfrutar de sus aguas termales, ideales para relajarse en temporada seca. Tibasosa, conocida por sus dulces de feijoa, invita a recorrer sus tiendas tradicionales y participar en talleres de cocina campesina. Iza, por su parte, ofrece rutas de senderismo y miradores naturales que permiten contemplar el paisaje andino.
Arte, historia y conexión
Quienes buscan experiencias más profundas pueden visitar el Puente de Boyacá, símbolo de la independencia colombiana, o el Pueblito Boyacense en Duitama, donde se recrean los estilos arquitectónicos de siete municipios del departamento. También hay opciones de turismo ancestral, como la Expedición a la Cueva de la Fábrica, una experiencia guiada que conecta con la historia geológica y espiritual de la región.

Experiencias para todos los ritmos: relax, aventura y patrimonio
Julio en Boyacá no es solo para quienes buscan fiesta o actividad comercial. El departamento también abre sus puertas a quienes desean descansar, caminar en silencio por senderos rurales o sumergirse en la historia. Las aguas termales de Pantano de Vargas, los recorridos por las lagunas de Tota y Fúquene, o las tardes tranquilas en pueblos como Cómbita, Tibasosa o Sáchica permiten elegir entre desconexión o descubrimiento. No importa el ritmo: en Boyacá, cada plan encuentra su lugar.