La carnicería

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Lo que ocurre con el escándalo de los audios filtrados, de quien fuera mano derecha en la campaña del actual presidente Gustavo Petro, Armando Benedetti, es un retrato de la condición humana, que no ha cambiado desde que el mundo es mundo. En los escenarios de poder, se vive la carnicería de la ambición y de las ansias de poder, que acaban convirtiendo a los amigos en los peores enemigos.
El poder puede destruir el equilibrio psíquico de una persona.

Trastorno

Un médico británico llamado David Owen identificó hace años un trastorno que padecen las personas que ejercen poder; es una característica de la personalidad que los hace excesivamente autoconfiados y mesiánicos. Se denomina el Síndrome de Hubris o adicción al poder. Las personas que padecen este trastorno, generalmente líderes, se sienten capaces de realizar grandes tareas, creen saberlo todo y que de ellos se esperan grandes cosas, por lo que actúan yendo un poco más allá de la moral ordinaria. Desde el punto de vista neurocientífico no hay ninguna evidencia de que pueda existir un cambio fisiológico en dichas personas; sin embargo, la psiquiatría lo aborda. Para los antiguos griegos este comportamiento era deshonroso y digno de ser censurado; eso ocurría tanto en la literatura como en la tradición oral.

Ansias de poder

La presidenta de Argentina Cristina Fernández, el presidente fallecido de Venezuela, Hugo Chávez, así como George W. Bush, Tony Blair, José María Aznar, Arthur Neville Chamberlain, Adolfo Hitler y Margaret Tatcher son algunos de los políticos que, a decir de David Owen, padecieron el síndrome de Hubris.. Otra cosaq es la adicción enfermiza al poder. Hay dos rasgos de personalidad muy característicos que se asocian con esta ambición: la narcisista y la paranoide, entendida esta última como o estás conmigo o contra mí. “Piensan que todo gira en torno a ellos y que pueden hacer lo que quieran sin rendir cuentas a nadie, ni siquiera a los de su propio bando. Tienen una personalidad muy totalitaria. Hay veces en las que se pierde el rumbo y hasta la referencia de los tuyos”, explica un experto.