Sus flores son parecidas a las margaritas y aparecen de principios de verano a otoño. Algunas variedades tienen una doble corola de flores y, en cuanto a las hojas, éstas son espigadas y pinadas y suavemente aromáticas. La fragancia parecida a las manzanas de la manzanilla les resultará familiar a los bebedores de infusiones pues es muy característica. Su planta hermana, la camomila (Chamaemelum nobile) se utiliza de modo parecido.
1. Para infusión, la aplicación más popular de la manzanilla, toma una taza de infusión estándar de las flores como digestivo suave y para el insomnio. Es una hierba suave que se puede utilizar también con niños en dosis reducidas. También se puede aplicar en inhalaciones o vapores añadiendo 10 ml (2 cucharadaditas) de flores o 5 gotas de aceite esencial en un tazón de agua hirviendo para combatir la fiebre del heno o el asma leve.
2. Como crema, ungüento o loción, la manzanilla sirve para aliviar las molestias al aplicarse sobre picaduras de insecto, heridas o eczemas. Se utiliza también para tintura, para lo que se toman 10 ml (2 cucharaditas) de tintura de las flores 3 veces al día para el síndrome del intestino irritable o la tensión nerviosa.
3. Si se utiliza para enjuagues, se agregan 4-5 gotas de aceite esencial al agua para lavar las heridas o calmar la piel. Con 1 taza de infusión esencial colada en el agua del baño del bebé por las noches, le ayudarás a conciliar el sueño.
4. Otro modo de aplicación es en forma de gargarismos o como colutorio, para lo que hay que añadir 10 ml (2 cucharaditas) de tintura a un vaso de agua caliente, o 1 taza de infusión estándar para las encías inflamadas y los problemas bucales o para gargarizar en caso de dolor de la garganta.