La música toca corazones y mueve los sentidos

En el vibrante universo de la música, Yenny Jamauca se erige como una mujer empoderada cuyo talento trasciende las notas y acordes para transformar vidas. Su compromiso con el arte musical va más allá de la mera interpretación, siendo una ferviente creyente en el poder transformador de la música en todas las etapas de la vida.

Para Yenny, la música es un catalizador de cambios profundos, especialmente en el desarrollo de los más jóvenes. Desde los niños hasta los adolescentes, ella sostiene que la música es una herramienta invaluable que contribuye a la formación de seres humanos sensibles, fortaleciendo sus sentidos de manera integral: el tacto, el oído y la vista.

En su labor, Yenny Jamauca lidera la iniciativa llamada «Armonía», una escuela que no solo rescata los canticos y melodías más emblemáticas, sino que también es portadora de sonrisas altruistas. Este grupo de músicos se dedica a llevar su arte a lugares donde se necesita un rayo de esperanza, incluyendo hospitales, donde regalan momentos de alegría a niños que enfrentan desafíos de salud.

La música, según Yenny, no solo embellece el alma, sino que también potencia habilidades cognitivas en músicos de todas las edades. Genera una sinergia entre los sentidos y las melodías, mejorando la retención, la concentración y fomentando una conexión única con los instrumentos.

En resumen, Yenny Jamauca no solo destaca por su maestría musical, sino por su compromiso en difundir la armonía no solo en el escenario, sino también en los corazones y lugares que más lo necesitan. Su contribución trasciende las fronteras del arte para convertirse en un faro de luz que ilumina vidas a través de la música.