La ventana rota

Por estos días, y a propósito del franco deterioro que se puede ver en espacios y mobiliario urbano de la ciudad, es muy interesante conocer el experimento llamado ‘La ventana rota’. Se trata de una teoría sobre el contagio de conductas poco cívicas entre la sociedad. Su origen proviene de un experimento que realizó un psicólogo de la Universidad de Standford en el año 1969 que consistía en abandonar un vehículo en el Bronx, barrio conflictivo de Nueva York. Lo dejó con las placas de la matrícula arrancadas y con las puertas abiertas. ¿Qué ocurrió? Rápidamente robaron lo que había en su interior, y finalmente lo destrozaron.

El carro destrozado

Zimbardo continuó con su experimento, y abandonó otro carro en condiciones similares en un barrio rico de California. Tras varios días el coche seguía intacto, por lo que al comprobar que seguía sin desperfectos, el psicólogo rompió varias partes de la carrocería y en unas horas consiguió el efecto esperado: lo destrozaron como en el barrio del Bronx.
Este experimento dio lugar a la Teoría de las Ventanas Rotas: si en un edificio aparece una ventana rota y no se arregla rápido, finalmente las demás ventanas terminarán destrozadas.
La lectura que deja la ventana rota es “aquí no hay nadie que cuide esto”. Este hecho se extrapola a otros ámbitos de la vida diaria y, entre ellos, a nuestra seguridad. En un puesto de trabajo, por ejemplo, se sabe que debe primar la seguridad. Por ello, se deberá tener en cuenta que, si por algún motivo alguna conducta no se hace correctamente por dejadez, tendrá consecuencias.

Mal ejemplo

Y no queda ahí todo, cuando uno comienza a desobedecer las normas (sea en la calle, en casa o en la empresa), todos se contagian de las malas actuaciones, y tienden a hacer aquello que ven (aunque esté mal). “¡Total nunca pasa nada! o “Siempre se ha hecho así y no ha pasado nada”, dicen… En estos casos, lo que hay que hacer es reparar la ventana cuanto antes para evitar grandes males. En definitiva, es aconsejable seguir una regla muy útil del filósofo Kant: “actúa siempre de modo que tu conducta pueda ser considerada una regla universal”.