“Les incomoda que una mujer negra sea hoy vicepresidenta”

Nicolás Escobar Bejarano

Nicolás Escobar BejaranoNicolás Escobar Bejarano

Cuando uno visita las salas del museo de Historia de Colombia en la ciudad de Bogotá sale con un sinsabor, con la convicción de que en este país se asesina a las personas que significan un cambio para el poder establecido y hegemónico, ocurrió con el exterminio de la UP (Unión Patriótica), entre los cuales se destacan las muertes de los aspirantes presidenciales  Bernardo Jaramillo Ossa y  Jaime Pardo Leal; pero también ocurrió con  los miembros del M-19 que se habían comprometido con la paz como Carlos Pizarro  y Jaime Bermeo.

El domingo pasado, con 11.281.013 votos, Colombia escogió a Gustavo Petro, como el próximo presidente de la república, un hombre que empuñó las armas por las causas sociales, que fue miembro activo en el proceso de desmovilización y paz del M-19, una de las guerrillas mejor estructuradas en el pensamiento Bolivariano de América latina, pero también  se trata de un tipo que logró entender lo que significa ser minoría y vivir excluidos, algo que los uribistas jamás entenderán , y no es menor el logro, pues derrocó de la manera más democrática posible a Rodolfo Hernández un oligarca corrupto, mentiroso, multimillonario  y populista. Pero junto a Gustavo Petro, se encuentra como formula vicepresidencial una mujer caucana cuya vida es de admirar, se trata de Francia Márquez una afrodescendiente, que tuvo que abandonar su territorio ancestral por el conflicto armado, que se educó mientras trabajaba realizando servicios domésticos – como nos ha tocado a millones de colombianos en este país o en el exterior-  y destacó una frase de su discurso, que me pareció muy certera: “(…) Les incomoda que una mujer negra que perfectamente puede ser su empleada de servicio sea hoy la vicepresidenta de Colombia”.  

El Pacto Histórico es el reflejo de nosotros los llamados por Eduardo Galeano como “Los Nadie”, los que no tenemos nada,  los que deseamos y soñamos todo, los que valemos menos que la bala que nos mata, los que nos cansamos de poner los muertos, los que hoy pedimos un cambio por nuestra niñez, por las mujeres desaparecidas o aparecen muertas, violadas y asesinadas, por nuestra vejez que es sabía, por los que piensan y actúan diferente. Necesitamos construir un país en paz, cambia la cultura de disparar por la cultura de amar. Por lo anterior, propongo que el museo de Historia de Colombia incorpore a sus salas un afiche del Pacto Histórico, porque cambiar la realidad social del pais es difícil pero no imposible.

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