Mejora la salud del donante, contribuye en la disminución del colesterol, los triglicéridos, optimiza el flujo sanguíneo, por ende, el funcionamiento del corazón, y permite mayor capacidad pulmonar.
Al ser la única sustancia en el mundo que no es reemplazable, hasta ahora no existe una versión artificial de la sangre, es decir “no se fabrica, se dona”, es por esto por lo que la donación de sangre permanece como el único método eficaz y seguro para salvar vidas. Sin donantes no hay sangre, su disponibilidad depende de su donación.
Quien entrega una parte de su cuerpo para que otro la reciba y se beneficie de ella está cometiendo un acto altruista y voluntario, que brinda beneficios emocionales, pero también reporta otras consecuencias positivas para el organismo, que sirven como factores motivadores para quien desee hacerlo.
Los beneficios para el donante
• Cuando la sangre sale de su cuerpo, con ella se expulsan cantidades de componentes que se almacenan en este fluido y que están relacionados con sustancias como: el colesterol, los triglicéridos, problemas circulatorios disminuyendo los problemas cardíacos, y que de forma natural el organismo los degrada cada cuatro meses mediante el hígado, las heces o la orina. Cuando se extrae la sangre, 450 centímetros cúbicos, se disminuyen estas sustancias. Dicha sangre, una vez se extrae, es objeto de unos análisis especiales para luego ser transfundida a otro ser humano.
• Donar sangre aumenta la capacidad pulmonar, los niveles de oxigenación en todos los tejidos.
• Previene daños circulatorios e infartos.
• Lo mejor, dice Pérez, viene al final, cuando le avisan al donante que con su sangre se salvarán tres vidas, un factor emocional “que al altruista lo llena”.
Los beneficios para el receptor
• Quien recibe la sangre tendrá un fluido bien clasificado, proveniente de donantes sanos que poseen bajos riesgos y ritmos de vida saludable, que le ayudará a solucionar problemas como hemorragias, el suministro de plaquetas para sangrados, y en general elementos que contribuirán a un tratamiento médico adecuado.