Ottawa – El Partido Liberal de Canadá, liderado por el primer ministro Mark Carney, se impuso este lunes en unas elecciones federales marcadas por el conflicto diplomático y económico con Estados Unidos. Con el 95% del escrutinio completado, los liberales obtuvieron el 43,4% de los votos, frente al 41,5% del Partido Conservador de Pierre Poilievre. Mark Carney gana en Canadá y desafía a Trump: “Nunca nos quebrarán”.
Aunque los liberales no alcanzaron la mayoría absoluta de 172 escaños, se consolidan como la principal fuerza política del país con 168 distritos ganados. El Bloque Quebequés, el NDP y el Partido Verde completan el mapa parlamentario con porcentajes menores.
Durante su discurso de victoria en Ottawa, Carney encendió a sus seguidores con un mensaje directo a la Casa Blanca: “Estados Unidos quiere nuestra tierra, nuestros recursos, nuestra agua. Pero eso nunca sucederá”. Su tono firme refleja la tensión creciente entre ambos países desde el regreso de Donald Trump a la presidencia de EE. UU.
Una campaña impulsada por la amenaza externa; Mark Carney gana en Canadá y desafía a Trump: “Nunca nos quebrarán”
La repentina renuncia de Justin Trudeau a comienzos de 2025 dio paso a una carrera política meteórica para Mark Carney. Con un perfil tecnocrático y experiencia como gobernador de los bancos centrales de Canadá y el Reino Unido, Carney se presentó como el líder ideal para hacer frente a los desafíos económicos y geopolíticos del país.
Los liberales capitalizaron el descontento con Trump, cuyas amenazas de anexión y medidas proteccionistas revitalizaron el sentimiento nacionalista en Canadá. “Esta elección fue, en parte, un referéndum sobre Trump”, comentó Shachi Kurl, del Instituto Angus Reid. La figura del mandatario estadounidense movilizó a votantes liberales descontentos, centristas y progresistas, unificándolos en torno a Carney.
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¿Qué esperar del gobierno de Carney?
En su primer mandato, Carney prometió reforzar las relaciones con Europa y redefinir la política exterior canadiense. “Si Estados Unidos ya no lidera el mundo, Canadá lo hará”, dijo durante la campaña. También se comprometió a mantener la economía estable frente a la guerra comercial y a convertir a Canadá en una potencia energética limpia y moderna.
Aunque su estilo es más pragmático que ideológico, su discurso inaugural dejó claro que no tolerará presiones externas. Además, buscará consensos con otras fuerzas políticas para asegurar gobernabilidad en un parlamento sin mayoría absoluta.
Mark Carney ha demostrado que el liderazgo técnico, cuando se combina con firmeza política, puede transformar una amenaza externa en una oportunidad electoral. El desafío ahora será mantener esa unidad en medio de un entorno internacional cada vez más volátil.