Las obras biomecánicas, una innovadora técnica que combina materiales inertes y elementos vegetales vivos, están tomando fuerza en Popayán. Estas estructuras no solo favorecen la recuperación de los suelos mitigando los fenómenos de movimientos en masa activos, sino que también contribuyen al anclaje del terreno, haciéndolo más fértil y embelleciendo el paisaje. La perfecta unión entre la ingeniería y la naturaleza ha demostrado ser altamente efectiva al evitar deslizamientos y adaptarse a las condiciones del entorno.
En el sector de Las Guacas, se ha dado un proceso crucial de conservación ambiental mediante iniciativas comunitarias. Estas acciones están enfocadas en el cuidado del humedal en la zona, aprovechando las ventajas que ofrecen este tipo de obras para proteger y mejorar el ecosistema local, pues son estrategias que ayudan al municipio en general ya que reducen los afectaciones de las agua lluvias y escorrentías, que son las que generan inestabilidades en lo suelos.
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Además, en áreas cercanas, como el Ecobarrio Sinaí, se ha puesto en marcha un proyecto de apoyo al campesinado. Esta estrategia se muestra prometedora, ya que busca mejorar las condiciones de producción de alimentos para los campesinos locales. En Sinaí, la implementación de huertas propias y el intercambio de productos son prácticas habituales, lo que refuerza su apuesta por la autosostenibilidad y la soberanía alimentaria, alcanzadas gracias a sus propias cosechas.
Estos avances en la implementación de obras biomecánicas y la promoción de proyectos comunitarios en Popayán representan un paso firme hacia un futuro más sostenible y resiliente en el que la ingeniería y la naturaleza trabajen de la mano para proteger el medio ambiente y fortalecer la seguridad alimentaria de la región.