NACIONAL CAMPEON DE LA LIGA

Verde no perdonó

Fue una primera media hora de muchas precauciones, normales en el visitante, que se presentaba con un  ataque totalmente nuevo y apostaba al partido largo (180 minutos), con el cero en propia puerta en la ida, fórmula infalible para para asegurarse la ventaja en la vuelta. Salvo Román y su remate a manos de Cuesta, pocos se salieron de ese libreto en el verde.

La tarea de marca era, otra vez, notable, para aislar a Yeison Guzmán de todo su curcuito ofensivo y condenar a Gil al choque con los zagueros rivales, con quienes siempre perdió.

Pero el talento es la llave maestra en el verde y por esa vía llegó el gol. El gran mérito fue el duelo que ganó Viveros a pura velocidad contra Torres, buen remate que rechazó Cuesta y justo a tiempo, concentrado y acompañando la jugada, aparecía Dairon Asprilla por la banda opuesta para simplemente embocar la pelota. 

Lo que vino después es ese partido que cada vez le gusta más a Nacional: equipo muy corto en la contención, nulos espacios entre líneas y centros a la cabeza de Tesillo y Aguirre sin mayor peligro. Tolima, ni antes ni después del gol, supo cómo hacerle daño a su oponente en la primera etapa y apenas tuvo un intento a puerta a los 45+3, remate de Guzmán en la única ocasión en la que le quedó un balón libre.

Local, a chocar contra la muralla

No tenía otra el Tolima que salir con todo a igualar e, idealmente, buscar la remontada, pero entonces el muro se llamó David Ospina.

En el primer intento franco del local, la creación de Guzmán y el remate de abajo de Lucumí, lo contuvo a puro reflejo el veterano portero. El problema es que de ese impulso quedó poco pues el verde se acomodó de la mitad hacia atrás y se plantó bien, hasta que vino el error de la noche: Sebastián Guzmán vio la tarjeta roja por doble amarilla (justas las dos) y obligó a los suyos a refugiarse en su terreno.

Con todo, un susto dieron entre Asprilla y Román en una salida a puro vértigo,d e contragolpe, que al defensor se le fue elevada al final. Pero claro, el hombre de más se iba a sentir, especialmente cuando el técnico David González apostó por el triple cambio: Ramírez, Quiñónes y Pérez por Torres, Lucumí y Nieto y ese ajuste
cambió todo.

Una chispa de ingenio de Yeison Guzmán fue a Gil, quien fue pivote para que Ramírez, el recién llegado, entrara con un fabuloso remate, tan abierto que fue imposible de contener para Ospina. El empate enloqueció al MaMuT y el partido se abrió: intentó el local se fue con todo con intentos de Junior y Gil y Hurtado, haciendo volar a Ospina en el cierre, y se asomó el verde, que ahora tenía a Castro y Sarmiento intentando castigar a la contra. 

La entrega fue hasta los 90+6, hubo un par de roces en medio de la intensidad del duelo y la estrella de Navidad quedó en puntos suspensivos… ¡El domingo se decide todo!