Es preocupante el clima que se vive en el país, previo a las elecciones para presidente en mayo. Y no es solo que Colombia está dividida, es que se está levantando un odio visceral desde los dos bandos en pugna, de la derecha y la izquierda. Y eso se percibe en la calle, en las casas y sobre todo en las redes sociales donde se siente un ambiente cargado de hostilidad. Y sí no podemos construir país.
No aceptarán derrota
A pesar de que en las pasadas elecciones la derecha puso presidente, y que el señor Gustavo Petro logró un gran volumen de votos, la oposición y la aceptación de la derrota se dieron si ningún problema, sin embargo ahora un sector radical de la derecha, está cuestionando la validez de los resultados en las urnas, sin que estas se hayan realizado, algo que parece insólito. Es algo así como decir vamos a jugar un partido de futbol pero si yo pierdo no vale, porque se hizo trampa. Es decir solo son válidos los resultados si yo gano. Esa actitud es preocupante pues no se trata de una sospecha velada que se comparte en las redes, está en boca de dirigentes y personalidades muy influyentes de un sector radical de la derecha. Es muy recomendable en estos días, evitar el tema de la política entre amigos y familiares para prevenir malos ratos. Las posiciones parecen irreconciliables. Y todo este fuego de crispación se ha venido avivando desde las redes sociales con información fraudulenta, señalamientos, montajes que no hace más que generar confusión entre la gente y sobre todo odio, mucho odio.
Evitar el tema
Los expertos sugieren que si no es absolutamente necesario tener una conversación sobre política es mejor no hacerlo. Un profesional en la salud mental advierte que “Si tu objetivo es cambiar la opinión de la otra persona en una conversación, te sentirás realmente decepcionado, porque es probable que no seas tan eficaz”. Y aquí un consejo de oro en el que coinciden muchos especialistas y que aplica para todas las áreas de las relaciones humanas, siempre es mejor escuchar, con tranquilidad y mucha atención. Escuchar al otro genera confianza en las dos partes y facilita la comunicación posterior.