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Luego de ser asesinado de varios disparos el pasado 10 de noviembre en la vereda La Palma de Gigante, Huila, cuando se movilizaba a su residencia, Eduardo Morales Castillo, fue sepultado en el cementerio central de dicho municipio, donde se suponía iba a descansar.
Sin embargo, en las últimas horas se conoció la trágica noticia de que su tumba había sido profanada y su cuerpo arrojado en la parte posterior del cementerio, por un precipicio que colinda con la quebrada La Guandinosa.
Ante el lamentable hecho, la comunidad acudió al cementerio a conocer de primera mano lo sucedido, captando cada detalle y descubriendo el cuerpo metros abajo del abismo.
Acordonaron el lugar
Uniformados de la Policía acudieron al lugar para acordonar la zona, a la espera de uniformados del cuerpo Técnico de Investigación, encargados de realizar el levantamiento, para su posterior análisis.
Una de las hipótesis del lamentable hecho, sería una manera de presionar a sus familiares, al parecer para que no denuncien los asesinos, ya que habrían sido identificado por un hermano de la víctima, quien meses atrás fue herido de gravedad. La Policía no descarta un ajuste de cuentas, toda vez que el hermano del fallecido ya fue agredido al parecer por los mismos hombres que asesinaron a Eduardo.
El homicidio
El pasado 10 de noviembre a eso de las 7:45 horas de la noche, Morales Castillo se movilizaba por un sector de la vereda La Palma con destino a su residencia, pero en el camino fue ultimado con arma de fuego.
Al parecer el hombre de 45 años de edad, fue interceptado por desconocidos en motocicleta quienes lo impactaron en varias oportunidades y emprendiendo la huida con destino hacia la vereda Cachaya.