Camilo González Posso, presidente Indepaz.
Luego de la firma para el acuerdo de paz entre el Gobierno nacional y la extinta guerrilla de las FARC-EP, los habitantes del departamento le apostaban a una reconstrucción, avance y desarrollo social, con la idea de que la violencia disminuyera para que de esta forma se diera una nueva oportunidad para reconstruir sus vidas y su territorio.
Luego de la denuncia e informe del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz -INDEPAZ por el incremento de la violencia selectiva y política en el departamento de Cauca.
En lo que llevamos del 2021, van 23 líderes y defensores de Derechos Humanos, además de que las masacres que se han ido registrando a lo largo del año dejan un saldo de 43 víctimas mortales.
Ante la preocupante situación de violencia se comienza a evidenciar una emergencia humanitaria por las familias que se han desplazado debido a situaciones de orden público.
Ante la situación, el Instituto nuevamente puso la voz de alerta para que se concreten acciones tendientes a frenar la tendencia, cuyos efectos son los de atrasar el desarrollo económico y social de los pobladores, en especial las más pobres.