Los efectos de la pandemia por Covid-19 en América Latina y el Caribe borraron todo lo logrado en las dos últimas décadas en la lucha contra el hambre, con el encarecimiento de los insumos agrícolas y el cambio climático al acecho, alertó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). El representante regional, Julio Berdegué, sostuvo que “la pandemia fue una verdadera bomba atómica en materia de hambre e inseguridad alimentaria”. Un año de pandemia bastó para perder “veinte años de esfuerzo, de inversión, de políticas públicas, de energía de los gobiernos, de la sociedad civil” en la reducción del hambre y la inseguridad alimentaria, explicó. “Tenemos 60 millones de personas en América Latina y el Caribe que viven en condición de hambre y tenemos un retroceso brutal en el acceso de las mujeres al empleo”, alertó.
Según Berdegué, a los efectos de la pandemia se suman otras amenazas, una de ellas es el fuerte encarecimiento de los costos de los insumos agrícolas que termina repercutiendo en una “inflación significativa” que “pega muy duro por el lado de los alimentos”.
Las causas en el aumento de la inseguridad alimentaria en este país radican en varios factores. Algunos son de tipo social, como la reactivación del conflicto armado, que incrementa el desplazamiento forzado. Otros, son de tipo económico, como la crisis producto de la pandemia que se refleja en la alta inflación y la poca recuperación del empleo. Y otros más son de tipo climático.
