Optimismo y economía

Don Chirimias

 

Don Chirimias

Optimismo y economía

El buen tiempo, como casi nunca, acompañó al esperado día de las velitas en Popayán, y la gente estaba animada. Habíamos estado como contenidos desde la pandemia, ahora con el avance de la vacunación muchos tenían ganas de celebrar, de estar contentos, en familia. Y eso se nota en el comercio y en la economía en general. Si bien no podemos negar que estamos en tiempos de crisis, que la pandemia y los bloqueos a las vías golpearon como un gran puño nuestra maltrecha economía, es muy valioso esa especie de optimismo que hay entre la gente. Y no se trata de un elemento subjetivo; el optimismo facilita el consumo y por esa vía dinamiza el ciclo económico.  Si un país consume todo lo que produce y así satisface todas sus necesidades, no existe entonces dependencia de consumo de otros países. El consumo interno impulsa a las empresas del país.

Una larga y lenta cola

A los comerciantes, o al menos a los propietarios de establecimientos comerciales, a veces les falta ser más perspicaces, y dar la prioridad al cliente que a la utilidad financiera, pues en últimas el capital más importante que tiene cualquier negocio es su clientela, y quiero ilustrar esta situación con un ejemplo sencillo. En un centro comercial de Popayán hay una heladería de lo más concurrida. Hay una gran fila de personas esperando que les tomen sus pedidos; y otro buen número espera a que les sirvan. Solo hay dos chicas para atender la caja y la zona de despacho. Para agravar la situación es el primer día de una de ellas, está muy confundida, va de aquí para allá y no atina a preparar los pedidos. Su compañera se exaspera, la riñe, se pone nerviosa y debe atender la caja, enseñarle y preparar los pedidos a toda prisa.

Atraso

La fila se hace más larga y no avanza, la gente que ya pagó hace rato empieza a mirar mal a las empleadas y muchos optan por abandonar. Eso es un atraso, las chicas no tienen la culpa, hacen lo que pueden. Entonces uno se hace la pregunta lógica, ¿Con tanto nivel de desempleo, a los propietarios les cuesta tanto contratar a otra persona para que ayude? ¿Se creen muy inteligentes porque se ahorran un sueldo? Si tuvieran dos o tres personas la cola se movería más, es decir no debería haber cola, las colas significan atraso, ineficiencia, falta de profesionalismo. Con dos o tres personas más ganarían más dinero. Pasa en los bancos, en los supermercados y en muchos locales. La gente aprecia mucho los sitios donde te agilizan más el proceso. Pan para hoy hambre para mañana.