Petro hacia el triunfo en primera vuelta

Diego Jaramillo Salgado
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Diego Jaramillo SalgadoPor Diego Jaramillo Salgado

Calmadas las aguas de la incertidumbre por las incongruencias de la campaña del Pacto Histórico, las expectativas vuelven a orientarse hacia un rápido triunfo. En efecto, generar la posibilidad de que Luis Pérez Gutiérrez entrara a su grupo lo menos que dejaron fue dudas; corroboradas con los señalamientos sobre él de Úsuga, cabeza del Clan del Golfo. Mendigarle a César Gaviria el respaldo del Partido Liberal, llevó a más de uno a hablar de la dificultad de “tragarse ese sapo”. Tan contradictorio; que luego, el mismo Petro, al no recibir su apoyo, lo calificó de privatizador, clientelista, y haber sido quien introdujo el neoliberalismo. Atributos que conocía cuando intentó hacer acuerdos con él. Su indefinición para respaldar la candidatura a la vicepresidencia de Francia Márquez, produjo mucho desconcierto. Poner en la dirección de la campaña a Alfonso Prada cuestionado por corrupción y politiquería, y a liberales quemados, acentuaba ese desconcierto. La aceptación del cuestionado Julián Bedoya no deja tranquilo a nadie. Los ires y venires con la propuesta del “perdón social” condujo a inevitables confusiones. Apaciguada la tormenta con sus intervenciones en reuniones masivas en todo el país, un papel protagónico de Francia, y con la lenta apropiación de organizaciones y movimientos sociales de dirigir procesos regionales, la campaña entra en definiciones. Favorables a la opción de ganar en la primera vuelta. Es quizá eso lo que indica ahora la última encuesta que le otorga un 43,6% a Petro y Francia, con un 16,9% de más sobre el candidato de la derecha. Sin que esa consulta se hubiera hecho incluyendo la reacción de la población a la vinculación de organizaciones sindicales y sociales, y militantes del liberalismo y de otros sectores. En algunos diarios se hace notar que bajó un punto respecto de los resultados de una efectuada por esa misma firma en febrero. Lo que me parece una señal diferente es que en aquella ocasión no se había producido la elección para el Congreso, ni se había vivido el remezón anotado anteriormente. Vistas así las cosas, se mantiene la posibilidad de que se pueda obtener, en el tiempo previo a la elección, ese 6,4% faltante para no aplazar el triunfo hasta una confusa segunda vuelta. Generalmente quien lleva una ventaja así arrastra muchos indecisos. Es común que las encuestas no lleguen hasta estratos populares, seguramente, reforzadores en esta etapa de este proyecto político, atrayendo consigo a abstencionistas.. Factores suficientes para sostener la vigencia de lograr el triunfo en la primera vuelta.