¿Por qué la Dian abogó por el fin de las jornadas de normalización tributaria?

Descubre cómo las jornadas de normalización tributaria podrían estar fomentando un comportamiento en evasores fiscales.

Desde el año 2015 hasta el 2022, se han implementado en distintas ocasiones las jornadas de normalización tributaria. Se trata de un mecanismo que busca permitir a aquellos que posean activos omitidos o pasivos inexistentes en sus declaraciones tributarias, regularizar su situación fiscal. Esto puede hacerse mediante una tarifa impositiva especial.

De acuerdo con la legislación, esta herramienta funciona como un medio de saneamiento, incentivando a los contribuyentes a formalizar o regularizar sus activos. Al mismo tiempo, las jornadas de normalización tributaria permiten al Estado recaudar impuestos. Los requisitos para acceder a este beneficio varían en cuanto a la fecha y el monto a pagar, dependiendo de las características de cada jornada.

Sin embargo, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) expresó su desacuerdo con la continuidad de estas jornadas. Según argumenta, este tipo de instrumentos fomenta un comportamiento reincidente entre los evasores fiscales.

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¿Por qué pondrán fin a las jornadas de normalización tributaria?

La Dian señaló que los programas de normalización realizados en los años 2019, 2020 y 2022 acogieron a todos los contribuyentes. También incluye a aquellos que ya habían demostrado incumplimiento en deberes fiscales al haber participado en programas anteriores.

Por ejemplo, en el caso del año 2019, aproximadamente el 20,4 % de las personas que normalizaron su situación también lo habían hecho años anteriores. De esta forma, mantenían un comportamiento recurrente. Esta tendencia se mantuvo en los años posteriores, evidenciando que el 21,6 % y el 31,5 % de los participantes en 2020 y 2022, respectivamente, ya habían pasado por procesos de normalización anteriormente.

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Además, la entidad argumentó que la frecuencia de estas jornadas de normalización tributaria generó incentivos negativos. Conforme a lo afirmado, minan el respeto por la administración tributaria, percibiéndose como una medida ineficiente. A esto se suma el hecho de que, pese a la realización de más jornadas, no se ha traducido en una mayor efectividad en términos de recaudación.

Impacto económico y perspectivas futuras

Durante la jornada de normalización de 2019 se declaró una cantidad significativa de dinero, alcanzando los $10,8 billones de pesos. Esta cifra representaba el 1% del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Sin embargo, en años posteriores se observó una disminución en la recaudación, con cifras de $7,1 billones en 2020 y $2,4 billones en 2022.

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La Dian también argumentó que, ya no es necesario llevar a cabo más jornadas de normalización tributaria. Además, detalló que hay un fortalecimiento de las normas internacionales para combatir la evasión y el intercambio de información.

De esta manera, la discusión sobre la continuidad de las jornadas de normalización tributaria continúa. Por otro lado, la Dian sostiene que su eliminación podría contribuir a un sistema tributario más eficiente y a una mayor transparencia fiscal.

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