Un grupo de astrónomos detectó un asteroide potencialmente peligroso que podría aproximarse a la Tierra en 2032. Conocido como 2024 YR4, este cuerpo celeste se encuentra a 44 millones de kilómetros y viaja a una velocidad de 13,5 km/s, según el sitio web Eyes on Asteroid de la NASA.
Características del asteroide
El asteroide mide aproximadamente 60 metros de diámetro y es actualmente el único Objeto Próximo a la Tierra (NEO, por sus siglas en inglés) clasificado en el nivel tres de la escala de impacto de Torino. Esta categoría indica una mayor probabilidad de colisión en comparación con otros cuerpos de gran tamaño rastreados por agencias espaciales.
El programa Catalina Sky Survey de Arizona lo identificó el 25 de diciembre. La posible fecha de impacto se estima para el 22 de diciembre de 2032, aunque las probabilidades actuales se sitúan en una entre 83. David Rankin, investigador del proyecto, destacó que se trata de una de las probabilidades más altas registradas para un asteroide de este tamaño.

Necesidad de más observaciones
Los expertos insisten en que se requieren más análisis para determinar con mayor precisión su trayectoria. Tony Dunn, astrónomo aficionado, compartió en la red social X una animación que ilustra el posible acercamiento del asteroide. Según sus cálculos, el objeto podría pasar a una altitud de 458 km de la superficie terrestre, una distancia inferior a la de muchos satélites de órbita baja.
La atracción gravitatoria de la Tierra podría alterar su trayectoria, incluso arrastrándolo hacia la atmósfera. El corredor de posible impacto se extiende desde Sudamérica, atravesando África central, hasta la India y el sudeste asiático. Sin embargo, esta proyección podría cambiar conforme se obtengan nuevos datos.
Consecuencias de un impacto
El nivel de destrucción que podría generar depende no solo del tamaño del asteroide, sino también de su composición. A modo de referencia, el asteroide que provocó la extinción de los dinosaurios medía entre 10 y 15 kilómetros de ancho. Aunque 2024 YR4 es significativamente más pequeño, su impacto aún podría causar daños considerables si ingresa a la atmósfera terrestre.
Las investigaciones continúan para precisar su trayectoria y evaluar posibles medidas preventivas.