¿Qué pasa con el Anarkos?

Ahí sigue la inmensa mole abandonada de lo que fuera uno de los centros comerciales más modernos de su tiempo en Colombia: el centro comercial Anarkos. Ahora se ha convertido en un inmenso depósito de basuras a tan solo una calle del parque Caldas, de la Alcaldía, de la Gobernación. Y parece que a nadie le importara. Y eso que se habían fijado plazos, fechas para su demolición, pero no se avizora una solución a corto plazo. Entretanto el muro que se erigió en su perímetro para impedir que la gente accediera a su interior, ya está roto en varias zonas, y hay un constante ir y venir de personas, en su mayoría gente en condición de calle, que pernocta y consume drogas en su interior. Ni las autoridades se adentran en este inmueble pues las condiciones de seguridad, la falta de iluminación y el mismo estado de la estructura lo convierten en un sitio de alto riesgo para la integridad de la gente. El alcalde, las entidades competentes y los propios propietarios deben darle prioridad a la demolición de este inmueble cuanto antes pues se ha convertido en un gran foco e inseguridad. Recordemos que al Anarkos ya ha cobrado vidas humanas y si se permite que siga en el estado actual, podrían repetirse las tragedias. La estructura podría desplomarse. Lo insólito de este problema tan evidente es que ni siquiera los comerciantes informales quieren hablar de ello. Suponemos que no quieren pronunciarse contra una administración Municipal que los ha dejado trabajar sin problemas a pesar de que ocupan el espacio público. Cuando nos acercamos para preguntarles por el tema lo evitaron o afirmaron tajantemente que a ellos el Anarkos no los molesta, ni les genera ningún tipo de problema. Pero los malos olores, la acumulación de basura y su estado de decadencia general son imposibles de ocultar. No es digno para la ciudad de Popayán que esta situación se siga alargando en el tiempo  indefinidamente, como si no existiera autoridad, ni orden y que fuera el caos la regla que se impone. Por lo menos tenemos la esperanza que durante el actual periodo de gobierno el alcalde deje solucionando el problema, de lo contrario sería otro gran fracaso. Confiemos pues que el sentido común de todos los actores que tienen que ver con la demolición y lo que sea que se vaya a construir en este predio, se imponga y le den la celeridad que corresponde.     

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