Teniendo en cuenta las noticias que produce nuestro departamento: violencia, masacres, combates, pobreza, bloqueos, inseguridad, a la gente de otras regiones le tiene que costar mucho creer que en medio del caos puede florecer la cultura; que también aquí hay poetas, músicos, y artistas en general; que tenemos bandas sinfónicas y que hay mucho talento entre los jóvenes. No existen las condiciones ideales para que este se desarrolle, pero sobra y a pesar de las circunstancias adversas, se abre camino.
Hace unos días destacamos en este espacio editorial el resurgimiento de la banda sinfónica del municipio de Timbío, que estuvo mucho inactiva. Se pensaba incluso que podría desparecer pero hace poco estuvo participando en el IV Festival de Bandas Sinfónicas Puerta de Oro del Oriente Caucano, realizado en el municipio de Totoró en ella se pudo evidenciar su calidad y su proceso de consolidación. Ahora queremos destacar otra buena noticia en este mismo ámbito, en esta ocasión en el municipio de Rosas, donde el Ministerio de Cultura entregó instrumentos musicales para la Casa de la Cultura en Rosas, beneficiando así a niños, niñas y adolescentes de este municipio. La instrumentación entregada está ligada a la música andina, de esta manera los niños recibieron instrumentos tales como: guitarras requintos, bombos andinos, charangos, flautas, bajos, entre otros. Desde la Fundación Canto por la Vida, a cargo de la Casa de la Cultura en Rosas, se dijo “que no es solo el hecho de aprender a tocar un instrumento, sino que este debe tener una enseñanza más allá de lo práctico, queremos que los niños recuerden sus ancestros y raíces mediante la música”.
Y en ese sentido, la cultura, el arte, el deporte son la prueba de que somos una sociedad, un departamento resiliente, que no se deja vencer por las adversidades, que en medio de la guerra, el espíritu del ser humano sigue intacto.
La música potencia el pensamiento lógico matemático, el equilibrio de los estados anímicos y, cuando se ejerce de manera grupal, produce empatía y sentido de pertenencia. Pero en lo social, la música está siendo cada vez más un objeto de análisis por parte de las políticas económicas debido al alto grado de sinergia social que genera. Los sistemas orquestales infantiles que muchos países están replicando están permitiendo que un gran número de infancias marginales estén teniendo acceso a actividades musicales de alto valor para sus historias de vida que a su vez les permitirán acceder a mejores oportunidades de crecimiento, reconciliando campos como la educación y las artes en un marco humanista.