La delincuencia sigue azotando la localidad de Kennedy, generando preocupación entre comerciantes y habitantes. El viernes 14 de marzo se registró un nuevo hecho de inseguridad en el barrio Marsella cuando cuatro delincuentes armados ingresaron a un restaurante y, en cuestión de minutos, despojaron de sus pertenencias a los clientes y empleados. El asalto, que ocurrió mientras el establecimiento se encontraba lleno, dejó a las víctimas en estado de pánico, especialmente a los niños y adultos mayores que estaban presentes.
Hernando Jiménez, dueño del restaurante y una de las principales víctimas del atraco, expresó su indignación y temor por lo ocurrido. Según su testimonio, los ladrones llegaron en dos motocicletas y entraron de manera violenta, empuñando armas de fuego y exigiendo a los presentes que entregaran dinero, celulares y otros objetos de valor. “Fue un momento desesperante. No les importó que hubiera niños ni adultos mayores, solo estaban enfocados en robarnos todo lo que pudieran. Se llevaron efectivo, celulares y hasta las tarjetas bancarias de varios clientes, con las que realizaron transacciones antes de huir”, relató Jiménez.
Este violento asalto no es un caso aislado en la zona. De acuerdo con Jiménez, la inseguridad en el sector ha ido en aumento y cada vez son más los comercios afectados por la delincuencia. “Hace pocos días robaron una pizzería que queda cerca de aquí y ahora nos tocó a nosotros. La situación se ha vuelto insostenible, los ladrones actúan con total impunidad porque saben que la presencia de la Policía es escasa y que las respuestas llegan demasiado tarde”, denunció el comerciante.
Tras cometer el atraco, los criminales huyeron en motocicletas por la Avenida de Las Américas, pero antes de marcharse, realizaron un disparo al aire para evitar que alguien intentara detenerlos. Este acto de intimidación generó aún más pánico entre las víctimas, quienes quedaron en shock tras la violenta experiencia. “Cuando vi que sacaron el arma y dispararon, pensé que nos iban a hacer daño. La gente gritaba y los niños lloraban. Fue un momento de terror absoluto”, relató uno de los empleados del restaurante.
Los habitantes de Marsella y los comerciantes de la zona han manifestado su indignación por la falta de seguridad y exigen una respuesta inmediata de las autoridades. “La Policía tardó más de 10 minutos en llegar y para ese momento los ladrones ya estaban lejos. No podemos seguir viviendo con este miedo, necesitamos más vigilancia y operativos de seguridad que realmente frenen estos delitos”, expresó un residente del barrio.
Ante el creciente número de robos en la localidad de Kennedy, la comunidad hace un llamado urgente a las autoridades distritales para que refuercen la seguridad en el sector. Se espera que haya un aumento en los patrullajes y que se implementen estrategias efectivas para evitar que más comerciantes y ciudadanos sigan siendo víctimas de la delincuencia.