la esperanza

El rostro de la esperanza: niño turco se reúne con su madre

Yigit Cakmak de 8 años quedó atrapado entre los escombros de su casa en Hatay, provincia al sur de Turquía, cuando sucedió el terremoto del pasado lunes en la madrugada; su madre por otra parte pedía ayuda desesperadamente por su hijo.
52 horas después de estar atrapado entre las paredes de lo que alguna vez fue su casa, pudo salir con ayuda de los rescatistas y abrazar a su madre entre llanto, terror y también sonrisas, ésta última se convirtió en un emblema de esperanza para todos los que están en la misma situación hoy en su país.


El pequeño en brazos de los rescatistas, que celebraban su vida, sorprendió a todos por su llanto de alegría de volver a estar en la superficie de la destrucción y volver a los brazos de su madre; su sonrisa alentó a los rescatistas a hacer un trabajo mucho más diligente para salvar a muchas más personas de entre los escombros.

Las fotografías que hoy le dan la vuelta al mundo muestran cómo madre e hijo se aferraron a un abrazo fuerte luego de reencontrarse en un panorama de dolor e incertidumbre. Así como Yigit, otros niños también han sido rescatados de los escombros con gran alegría por hallarlos con vida en medio de la catástrofe que sacudió su país.


Uno de los casos fue el de una bebé recién nacida en Siria que hallaron en los escombros unida por el cordón umbilical a su madre, quien falleció aplastada junto a su familia en el día del terremoto; gracias a Dios la niña está viva, recibiendo cuidados y atención médica.
Otro más es el de dos hermanos que permanecieron casi aplastados pero con vida en los escombros de un edificio, la niña protegió en todo momento a su hermanito con uno de sus brazos para evitar que el pedazo de concreto encima de ellos le cayera en la cabeza, afortunadamente ellos también fueron rescatados y puestos a salvo.