“Masacraron a la gente a sangre fría, de una forma absolutamente inconcebible”, fueron las palabras de Moti Bukjin, portavoz de Zaka, una organización especializada en primeros auxilios y en recuperar e identificar cuerpos, según las leyes judías.
“Llegaron a matar a gente que estaba en sus automóviles”, agregó.
Y es que sin motivo alguno, mientras varios jóvenes estaban reunidos cerca del kibutz de Reim en un festival de música electrónica, en una región alejada del sur de Israel, ubicada cerca de la frontera con la Franja de Gaza, llegaron terroristas de Hamás a masacrar a los asistentes.
La fiesta se convirtió en una pesadilla cuando un millar de combatientes del grupo extremista lanzaron una inédita ofensiva a Israel.
Y cada vez que pasan los días, se siguen revelando fotos y videos del drama que vivieron las víctimas en aquel lugar y cómo quedó tras el ataque de Hamás.
Las imágenes y videos del ataque de Hamás al festival de música electrónica
Uno de los videos que más ha causado rechazo, fue el de unos asistentes que intentaron huir en su carro del ataque de Hamás. Sin embargo, fueron emboscados por varios terroristas, quienes les dispararon de manera indiscriminada hasta arrebatarles la vida.
En otro se puede ver el inicio del ataque y el desenlace de algunos asistentes, quienes lograron esconderse de los atacantes de Hamás y salvar su vida. Incluso, se ve a las fuerzas de seguridad de Israel, que estaban en el festival, tratar de proteger a los asistentes.
En otro video se conoció el testimonio de un asistente que fue herido con arma de fuego, pero que logró salir con vida. Los medios de comunicación lo entrevistaron y no pudo contener las lágrimas, recordando el terror que vivió en ese momento.
“Fue un verdadero infierno, nunca había visto algo como esto. He estado en dos guerras en mi vida y nunca había visto algo así. Cuerpos por el piso, una matanza total, una matanza infernal”, se le escucha decir al sobreviviente.
Luego que las autoridades de Israel lograran tomar el control del lugar, el paisaje de desolación era más que evidente. Carros abandonados, destruidos y baleados, era lo único que podía verse.
Quienes recogían los cadáveres narraron que todos los cuerpos recuperados eran de personas que recibieron disparos, rematadas por los atacantes con un tiro en la cabeza o incendiando sus vehículos.
“Lo impactante es que confirmaron que las personas a las que dispararon estaban muertas. Tuvieron mucho tiempo hasta que llegaron las fuerzas de seguridad. Algunos de los carros los quemaron con gente dentro”, afirmaron quienes hacían la labor de juntar los cadáveres.
“En algunos vimos […] una bala en la cabeza, una bala en la barbilla. No dispararon balas al azar esperando que dieran en el blanco”, agregaron.
