El 80% de los fallecimientos por enfermedades cardiovasculares (ECV) son prevenibles, según la Federación Mundial del Corazón. Pero a pesar de ello, estas condiciones siguen siendo la principal causa de muerte en el mundo, ya que provocan aproximadamente 18.6 millones al año.
Además, a raíz de la pandemia, esta cifra tuvo un importante aumento, pues más de 500 millones de pacientes con dolencias cardiovasculares, a escala mundial, podrían desarrollar complicaciones graves por la COVID-19.
La doctora Etna Liliana Valenzuela, gerente médico de Sanofi, declaró que estas enfermedades son en su mayoría prevenibles o controlables, teniendo en cuenta que el inicio de éstas está relacionado con el sedentarismo, la obesidad, el tabaquismo y con el estrés, entre otros factores de riesgo.
En ese sentido y en el marco del mes que conmemora el Día Mundial del Corazón, cada 29 de septiembre, la especialista brinda cuatro recomendaciones para mantener una buena salud y evitar enfermedades cardiovasculares:
- Mantener una dieta balanceada. Incluir los diferentes tipos de alimentos (proteínas, grasas y carbohidratos) y que, además, sean ricos en vitaminas y minerales, como las frutas y los vegetales. Asimismo, evitar el consumo de bebidas azucaradas como gaseosas, jugos artificiales y alcohol.
- Evitar el sedentarismo. Realizar actividad física por lo menos 30 minutos al día, cinco veces a la semana. Jugar, caminar, subir escaleras, bailar, ¡todo cuenta!
- Eliminar el consumo de tabaco. Luego de cinco años de dejar de fumar, el riesgo de enfermedad coronaria se reduce un 39%; mientras que, a 15 años, el peligro de padecer de una ECV es similar al de una persona no fumadora.
- Combatir el estrés. Con un buen balance vida laboral/vida personal, ejercicio, mindfulness.
Además de los cuidados preventivos, la especialista resalta la importancia de reconocer los signos de alerta y dijo que “es importante identificar señales como la pérdida del conocimiento, sudoración fría, debilidad o fatiga, adormecimiento u hormigueo en los brazos, dificultad para respirar, dolor en el pecho, maxilar inferior, hombro, espalda, estómago, mareos y náuseas. De esta manera, será posible acudir al médico y recibir diagnóstico y tratamiento oportuno y así evitar complicaciones”.
Todo nuestro organismo depende del corazón y es importante cuidarlo y así evitar complicaciones.
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son un conjunto de patologías que afectan tanto al corazón como a los vasos sanguíneos. Entre las más frecuentes se encuentran la hipertensión arterial, que se trata del aumento de la presión en la sangre y es considerada como precursora de otras ECV; las arritmias, en las que se altera la velocidad del latido cardíaco; la insuficiencia cardíaca, que se da cuando el miocardio no es capaz de bombear la cantidad de sangre necesaria al resto del cuerpo; la arteropatía coronaria, que se genera a raíz del endurecimiento de las arterias encargadas de nutrir al corazón; y la enfermedad cerebrovascular, que ocurre cuando hay una interrupción de los vasos encargados de irrigar el cerebro.